El mal se desvanece. Egusquiza y el Parsifal de Wagner en el Museo del Prado
Museo Nacional del Prado. Madrid 04/11/2013 - 23/11/2014
Egusquiza era ya un artista de larga trayectoria cuando en septiembre de 1879 conoció personalmente a Richard Wagner, al que ya admiraba y seguía, siendo el único artista español que mantuvo una verdadera relación, aunque esporádica y respetuosa, con el compositor. El acercamiento al músico transformó por completo sus intereses artísticos, concentrándose desde entonces en la iconografía de las creaciones musicales del maestro alemán. Con una perseverancia casi obsesiva, a lo largo de los años Egusquiza estudió en dibujos, grabados y lienzos a los protagonistas de Parfisal -la última creación operística de Richard Wagner concebida como una gran alegoría de la salvación humana-causando en su tiempo gran eco entre los escasos intelectuales y artistas españoles agrupados en torno a la Asociación Wagneriana de Madrid y alcanzando así su mayor consagración como pintor.La afectación de cada uno de los personajes, bañados por la luz sobrenatural que irradia de la bondad redentora del Santo Grial, definió la estética de estas obras wagnerianas de Egusquizal. Para subrayar su comunión espiritual se concentra radicalmente en la expresión alucinada de las figuras, imbuidas siempre de un estilo declamatorio y teatral, de una gestualidad extrema, que corresponde a su propia naturaleza escénica y que trasmite la extraordinaria profundidad del drama interior de sus personajes.
- Comisario:
- José Luis Díez, Jefe de Conservación de Pintura del siglo XIX