Pantoja de la Cruz, Juan
Valladolid, ca. 1553 - Madrid, 1608Juan Pantoja de la Cruz fue pintor de obras religiosas, bodegones y algunos frescos. Comenzó su trayecto como retratista en el reinado de Felipe II, tras ser colaborador de Alonso Sánchez Coello en el período final del valenciano y teniendo una formación previa en otras cortes europeas, donde las influencias de Antonio Moro habían calado profundamente. En sus mejores trabajos impuso un sello inconfundible de sofisticación y abstracción geométrica, con un sentido teatral de la iluminación que le hacía envolver las figuras en poderosos contrastes de luces y sombras. Pantoja empezó a pintar para la corte a mediados de la década de 1580, aunque hasta 1596 no fue nombrado pintor de cámara. A partir del ascenso al trono de Felipe III, el vallisoletano se convirtió en el retratista más representativo del período, con una especial dedicación a los encargos más personales de la reina Margarita: muchas efigies de niños y retratos "a lo divino", aquellos en que colocaba los rostros de la familia real en personajes de la historia sagrada y el santoral cristiano. Para tanto trabajo, contó con un gran taller en el que se formó un buen número de los pintores que dieron continuidad a las rígidas fórmulas retratísticas de la corte española desde mediados del siglo XVI. Los retratos de Pantoja fuera de la corte resultan efigies más incisivas e intensas psicológicamente, con una factura más suelta y vigorosa, como acredita, por ejemplo, el Retrato de fray Hernando de Rojas (colección de los duques de Valencia) (Ruiz, L. En: "Del Greco a Goya. Obras maestras del Museo del Prado", Museo de Arte de Ponce, 2012, p. 91).