Mariano Fortuny y Marsal ha pasado a la posteridad como uno de los grandes maestros españoles del siglo XIX. Junto a la grandeza de su arte, ha quedado también el recuerdo de su descomunal éxito internacional, que ningún otro artista logró igualar hasta Sorolla. Su obra, famosa en el París del Segundo Imperio, fue una de las más preciadas por los grandes coleccionistas de su tiempo tanto en Europa