Antonio Muñoz Degrain, hijo de un relojero, inició en su juventud, por decisión paterna, los estudios de Arquitectura, que pronto abandonó por la pintura. Alumno de la Academia de Bellas Artes de San Carlos desde los 12 años, fue discípulo del pintor Rafael Montesinos, aunque su formación fue, como él mismo proclamaba, esencialmente autodidacta. Allí fue compañero de Francisco Domingo Marqués, qui
Pertenecía a una famosa dinastía de escultores de origen valenciano. Su abuelo Francisco Bellver y Llop, estudió en la Real Academia de San Fernando y, más tarde, estuvo trabajando en la Corte. Su padre, Francisco Bellver, ilustre escultor y académico, fue su primer maestro en el arte de la escultura. Posteriormente entró como alumno en la Real Academia de San Fernando, y destacó en las asignatura