Discípulo de Francisco Pradilla, estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, ciudad en la que llegó a ser profesor en la Escuela de Artes y Oficios. En 1892 marchó a Roma pensionado por la Diputación de Córdoba. Cultivó la figura, el retrato y el paisaje, y concurrió a la Exposicion Nacional de Bellas Artes, en la que obtuvo segunda medalla en 1892 con el cuadro "¡A la guerra!