Se debió iniciar en la práctica del dibujo y de la pintura muy niño, en el estudio particular de Juan Nepomuceno Cónsul y Requejo (Oviedo, 1747-1807), juez noble de la ciudad de Oviedo y emprendedor hombre de negocios de ascendencia francesa. Cónsul se había formado en Francia en el cultivo de la pintura y al regreso mantuvo en su casa un estudio particular y gratuito de dibujo y pintura que fue e