Hijo de la pareja compuesta por José Llorens Batista, hombre de negocios de origen catalán y de Paulina Díaz Villar, coruñesa, compartió el hogar paterno con otros dos hermanos mayores que él. Sintió desde muy pronto la afición por el dibujo y aunque comenzó, por decisión familiar, la carrera de Comercio en La Coruña, ingresó en la Escuela de Artes y Oficios, donde tuvo por maestro a Román Navarro
Mariano Fortuny y Marsal ha pasado a la posteridad como uno de los grandes maestros españoles del siglo XIX. Junto a la grandeza de su arte, ha quedado también el recuerdo de su descomunal éxito internacional, que ningún otro artista logró igualar hasta Sorolla. Su obra, famosa en el París del Segundo Imperio, fue una de las más preciadas por los grandes coleccionistas de su tiempo tanto en Europa