Carlos V recibe en Yuste la visita de San Francisco de Borja
1862. Óleo sobre lienzo, 150 x 250 cm. Depósito en otra instituciónEl cuadro representa un interior excepcionalmente lujoso que podría corresponderse con la residencia de los condes de Oropesa en Jarandilla, donde supuestamente sucede la acción. La escena recoge el momento en el que Carlos V en el momento en que recibe a Francisco de Borja, casi en el centro de la composición y ante una chimenea de grandes proporciones, que domina decorativamente toda la estancia. A ambos lados aparecen nobles y clérigos que siguen atentamente la escena.
La Historia de la vida y hechos del emperador Carlos V de P. de Sandoval relata este encuentro, que también fue evocado por Carlos María Esquivel en un cuadro y presentado, al igual que este, a la Exposición Nacional de 1862, donde ambos recibieron el mismo galardón de una Mención Honorífica.
Joaquín María Herrer se formó en París, donde asimiló el academicismo que caracteriza a su producción, donde la precisión del dibujo y la caracterización arqueológica de detalles y figuras son primordiales. Iconográficamente, Herrer tuvo presente, sin duda, el cuadro de Robert Fleury titulado Carlos V en Yuste, que representa el mismo tema y cuyas similitudes son obvias. La obra de Herrer está firmada en París, lo que refuerza este conocimiento (Texto extractado de: La época de Carlos V y Felipe II en la Pintura de Historia del siglo XIX, Madrid: Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 1999, p. 268).