Disparate volante
1815 - 1819. Aguafuerte, Aguatinta sobre papel avitelado, 252 x 365 mmNo expuesto
La estampa Disparates, 5, Disparate volante, pertenece a una serie que Goya comenzó en 1815, siendo fiel reflejo del contexto histórico y personal del artista que, finalizada la Guerra de la Independencia, vio derrumbarse parte del mundo progresista con el que de algún modo se había identificado. Es previsible que trabajase en ella hasta 1819, momento en el que el cambio de signo político, el triunfo del general Rafael Riego, trajo consigo la proclamación de la Constitución de 1812 y un ambiente de esperanza donde la atmósfera opresiva de los Disparates estuviera fuera de lugar. Inacabados e incompresibles, rompieron con la por entonces versión oficial y propagandística que el resto de los grabadores mostraban en sus estampas, tiempos de adulación personal a Fernando VII. La primera edición fue estampada en 1864 por Laureano Potenciano, en una tirada de trescientos ejemplares para la venta y sesenta para los académicos. Potenciano empleó los criterios de estampación propios de la segunda mitad del siglo XIX, dejando entrapados sobre la superficie del cobre que provocan veladuras en la estampa. La edición académica vio la luz en 1864 con el título de Proverbios, por suponer que las imágenes aludían a adagios populares. El orden de las estampas en la primera edición fue completamente arbitrario, y a pesar de ello esa distribución se mantuvo en las ediciones posteriores, debido a la numeración de los cobres a partir de la segunda tirada, publicada en 1875. Se conocen un total de veintidós composiciones grabadas que en ocasiones es difícil vincular con sus respectivos dibujos preparatorios dada la complejidad compositiva que fueron adquiriendo. Los temas que parecen dar sentido y unidad a esta serie son una expresión crítica universal de la esencia del ser humano, de sus miedos, su violencia, sus creencias, sus vicios y errores.
En Disparate volante aparece una pareja volando sobre un hipogrifo, animal utilizado para simbolizar la velocidad del transporte (Glendinning, 1998). Priscilla Muller ha visto en su cara una cierta mirada lasciva que coincide con otros animales del imaginario de Goya; precisamente este aspecto lujurioso de esta estampa también ha sido visto por otros estudiosos. (Águeda Villar, M.: Los Disparates en la Colección Lázaro Galdiano, en: Goya. Imaginación romántica y disparates en la Fundación Lázaro Galdiano, Pamplona: Fundación Caja Navarra, 2005).