Doña Juana la Loca
1884 - 1885. Óleo sobre tabla, 78 x 109 cm. No expuestoEn esta obra existe un importante componente musical, que se localiza en el lateral derecho del cuadro, donde aparecen representadas dos mujeres cantando mientras sostienen una partitura sin notación musical legible, junto a un músico que interpreta de espaldas al espectador una tiorba, descendiente del laúd con sonido más grave que nace en Italia a finales del siglo XVI. Con respecto a la tiorba, se aprecia que el personaje la tañe con su mano derecha, mientras sitúa los dedos en el mástil con la izquierda. Se ve la caja abombada de piezas de madera oscura y el mástil con un par de clavijas visibles. La tiorba es un descendiente del laúd que nace como resultado de una búsqueda de sonidos graves para acompañar el canto en el nuevo estilo de canto que llamamos barroco. Más tarde se utilizó para realizar el bajo continuo en las formaciones de cámara y orquestas barrocas, pero pronto los laudistas se sintieron atraídos por su riqueza tímbrica y compusieron numerosas obras para tiorba solista y dúo de tiorbas. Dentro del contexto historicista de la obra, pero sin perder el ambiente simbolista de ensoñación, el pintor emplea esta formación musical y el instrumento de origen renacentista. Junto al músico, dos mujeres jóvenes sostienen una partitura alargada, un folio, mientras abren la boca en actitud de cantar. La partitura es simbólica ya que no hay representación fidedigna de notación musical (Texto extractado del Proyecto Iconografía Musical, U.C.M.).