El Olfato
1617 - 1618. Óleo sobre tabla, 66,5 x 110 cmSala 083
Esta es una de las colaboraciones entre Jan Brueghel el Viejo y Rubens, un conjunto de pinturas que representan la alegoría de los cinco sentidos. La tradición pictórica en la que fue formado Jan Brueghel el Viejo, que aprendió junto a su abuela la miniaturista Maria Bessemers, convierte esta colaboración en un conjunto perfecto donde la perfección y precisión de la pincelada del primero se complementa con la vívida representación de las figuras del segundo. Esta serie se considera como prototipo para otras alegorías realizadas por el mismo artista.
A diferencia de otros sentidos de la serie, El Olfato tiene lugar en un exterior donde de nuevo vemos una figura desnuda, presumiblemente Venus, acompañada de un amorcillo que le ofrece un ramo. El artista sitúa a las figuras en un jardín idílico, rodeado de arquitectura secundaria, donde vemos todo tipo de flores, árboles y animales en un ambiente galante, tranquilo y sosegado. Nos muestra un jardín atemporal, en el que lo único importante es el deleite. La pintura preciosista de Jan Brueghel el viejo permite observar cada detalle con detenimiento; los diferentes colores de las flores, el tratamiento individualizado de cada uno de los conjuntos, como si fueran bodegones aislados, o la ejecución de las hojas de las copas de los árboles, que difumina generando una sensación de luz tamizada. La pintura de flores es una de las especialidades de Jan Brueghel el Viejo. Son muchas las obras que este artista realizó con este tema, tanto en guirnaldas que enmarcaban la figura de la virgen, sola o con el niño, muchas de las cuales también son colaboraciones con Rubens, como en jarrones aislados algunos de los cuales también aparecen en esta pintura. Así, además de las flores que simbolizan el olfato, también vemos otros elementos simbólicos como los perfumes o los guantes de ámbar.
Muchos autores han estudiado la posible vinculación de estas pinturas a los archiduques debido a la evidente relación de las obras con ellos. En La Vista aparecen retratados en una de las pinturas y sus palacios se ven a través de las ventanas de algunas de las obras. La serie perteneció, según el inventario real de 1636 del Alcázar, al duque de Neoburgo Leopoldo Guillermo. Según M. Díaz Padrón y M. Royo-Villanova, citando a K. Ertz, o bien el duque las compró para regalárselas a los archiduques o bien éstos se las regalaron a él. Lo cierto es que después de la muerte de los gobernadores el duque se las regaló al cardenal infante don Fernando. De él pasaron al duque de Medina de las Torres, quien se las regaló a Felipe IV y así llegaron a Madrid.
La serie de "Los Sentidos" es uno de los mayores logros estéticos de la colaboración artística entre Rubens, que realizó las figuras alegóricas de cada uno de los sentidos, y Jan Brueghel, que representó los exuberantes escenarios cortesanos. Artes plásticas, música, caza, naturaleza y armas, aparecen exhibidos en escenas que transmiten la riqueza y sofisticación de la corte de los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia, retratados en la escena de "La Vista", y cuyos palacios se aprecian en la lejanía.
Información revisada y actualizada por el Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo Nacional del Prado (diciembre, 2014)