José Nicolás de Azara
1781. Talla dulce: aguafuerte y buril sobre papel avitelado, 478 x 374 mmNo expuesto
Para transmitir de la mejor forma la peculiaridad del estilo del bohemio, Azara buscó a los grabadores más reconocidos que trabajaban en Roma en ese momento y eligió como dibujantes a los últimos discípulos españoles de Mengs en Roma que ahora estudiaban bajo su dirección y que eran los que mejor conocían el estilo del maestro. El retrato de Azara fue grabado con gran esmero y habilidad por Domenico Cunego en 1781 según un dibujo de Francisco Javier Ramos. Cunego, apreciado por Mengs como el mejor de los grabadores que conocía en Roma en su tiempo, colaboró en el proyecto del catálogo "Il Museo Pio-Clementino" publicado entre 1782 y 1792. Sin embargo, en una carta del 27 de septiempbre de 1781 de Azara a Carmona, el dipolomático revela cierta insatistfacción con la estampa de Cunego, y señala la dificultad del grabador para adaptar y transmitir el estilo de Mengs, al tiempo que aprovecha la ocasión para alabar a Carmona, su incuestionado protegido, por su habilidad en este arte. Azara encargó en 1784, para la "Storia delle arti del disegno presso gli antichi di Giovanni Winckelmann", publicada en ese año en Roma, otra estampa de su retrato a Giacomo Bossi (1750-1804), y a Buenaventura Salesa el dibujo, aunque en esta estampa no se ha alcanzado del todo la noble dignidad que realza a Azara en el retrato original y que se transmite convincentemente en la estampa de Cunego (Maurer, Gudrun: Mengs y Azara testimonios de una amistad, Madrid, 2013, pp. 15-16).