Joven
Mediados del siglo XVIII. Lápiz sobre papel, 480 x 337 mmNo expuesto
Aunque a primera vista puede parecer difícil la identificación de esta escultura entre las conservadas en el Museo del Prado, basta imaginar el cuerpo sin cabeza ni extremidades para darse cuenta de que no es otro que Torso juvenil (E000012), a veces llamado convencionalmente Hermafrodita, y ello a pesar de que la musculatura aparece voluntariamente hinchada por el dibujante. La obra, con su marca curva praxitélica, fue probablemente desmembrada por Salvatierra a su llegada al Real Museo, y aparece descrita en el inventario de 1849-1857, bajo el no 235. En cuento a los miembros retirados a principios del siglo XIX, se reconocen aún en los almacenes un bloque formado por base, tronco de apoyo, pies y pierna derecha (F000026, con la marca inscrita de la flor de lis) y el brazo izquierdo (F000037).
Previamente, la obra está bien caracterizada en La Granja, pues parece identificarse sin muchas dudas con el Paris que sitúan los inventarios de 1789 en la “pieza sesta”. Pero a partir de este punto, si intentamos remontarnos en el tiempo para buscar la procedencia de la estatua, los problemas se complican, ya que resulta imposible identificar nuestra pieza con certeza en los catálogos de las colecciones adquiridas por Felipe V e Isabel de Farnesio. Sin duda, y como advertiremos al hablar del Adolescente desnudo (E000085), es posible confundir las descripciones de las dos piezas, de tamaño semejante y poco caracterizadas por símbolos y atributos, pero tenemos razones para pensar que la que se menciona en las colecciones de Cristina de Suecia y Odescalchi es, casi con seguridad, el Adolescente desnudo. En cuanto a los catálogos de las obras que pertenecieron al marqués del Carpio, tampoco describen una pieza con esas características. Salvo error por nuestra parte, habría que pensar en una obra llegada a la colección real por otro conducto, o completada en España a partir de algún fragmento de los mencionados entre las estatuas adquiridas por los Reyes a la Casa de Alba.
El dibujo forma parte del conocido como Cuaderno de Ajello formado por un conjunto de cincuenta y nueve hojas sueltas, con dibujos a lápiz, destinadas a servir de modelo para la realización de una serie de grabados, que debían ilustrar un catálogo descriptivo de las esculturas reunidas por Felipe V y su esposa, Isabel Farnesio, en el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso.
Elvira Barba, Miguel Ángel, El Cuaderno de Ajello y las esculturas del Museo del Prado, Madrid, Museo del Prado, 1998, p.140-141