La Lamentación sobre el cuerpo de Cristo
Hacia 1490. Óleo sobre tabla, 84 x 78 cm. No expuestoPor sus características estilísticas se atribuye a este pintor de los Países Bajos del Norte -la actual Holanda-, cuya identidad se desconoce y al que se ha dado el nombre convencional del Maestro de la Virgo inter Virginis, por la tabla de ese tema que se conserva en el Rijsksmuseum de Amsterdam. A juzgar por las notas que muestran las obras que se han incluido en su catálogo, se considera que debió ser originario de la ciudad de Delft y estar activo en el último cuarto del siglo XV. También se ha supuesto a partir de ellas que tuvo que conocer el arte de Geertgen tot Sint Jans, el pintor de mayor personalidad en los Países Bajos del Norte, excepción hecha de El Bosco.
Esta tabla, muy representativa del estilo de este maestro, evidencia una simplificación de volúmenes pareja a la mostrada por Geertgen, a la vez que el intenso dramatismo con que este pintor abordó los temas de la Pasión. En pro de la expresión, no dudo en deformar los rostros o incluso practicar un feísmo deliberado. También ayuda a ello el que el color sea más austero que el de los pintores de los Países Bajos del Sur, de los que el Maestro de la Virgo inter Virginis se distancia asimismo en la falta de interés que sintió por traducir las calidades y aún los detalles.
Sin duda, resulta digno de reseñar en esta obra el hecho de que el autor haya representado a los personajes que integran la composición en una escala mayor a la habitual en él, hasta el punto de que llenan una parte importante del espacio disponible. De este modo, se acentúa el dramatismo de la acción tanto por sus dimensiones como, sobre todo, por su proximidad, en particular el cuerpo de Cristo muerto, que está tendido en el suelo en el inicio del cuadro y en un plano casi paralelo a él. Se trata, por tanto, del tema de La Lamentación sobre el cuerpo de Cristo muerto y no de La Piedad. Con el Calvario como fondo y con José de Arimatea y Nicodemo ausentes, la Virgen, de rodillas y sostenida por San Juan, manifiesta su dolor ante el cuerpo de su hijo muerto, como también lo hace la Magdalena.