Taza de jaspe con una mujer como vástago
1609 - 1623. Esmalte, Oro, Jaspe, 15 x 20,5 cmSala 079B
Copa de pie alto compuesta por dos piezas de piedra unidas por una escultura de oro esmaltado a modo de vástago. El cuerpo, de boca oval, paredes finas y perfil en arco rebajado, está tallado con aristas y planos cóncavos. Sobre un podio de oro se arrodilla una mujer desnuda, esmaltada de blanco que alza sus brazos, cruzando las manos sobre la cabeza. De su espalda surge una flor, azul y blanca, que sujeta la base del cuerpo. Su estética participa de modelos parisinos, recordando también obras de Hans Kobenhaupt en Stuttgart. Por las características de las monturas del vaso, existentes y perdidas, se podrían datar vaso y estuche a finales del siglo XVI o comienzos del XVII.
Como se aprecia en las fotografías históricas, tuvo al pie una ancha guarnición de hojas caladas blancas y verdes, similar al del vaso O14 del Museo del Prado (HF0835/31). Alcouffe apuntó la posibilidad de que fuera un diseño exclusivo para los vasos realizados para Luis XIV y su hijo. Aparece también en obras de cerámica, como el candelero MR 2405 del Louvre, obra próxima al taller de Bernard Palissy.
Según el inventario de vasos del Delfín redactado en Versalles en 1689, la piedra del cuerpo se consideraba como jade verde y marrón, advirtiendo que el pie era de materia distinta, concretamente jaspe del mismo color. El inventario de La Granja de San Ildefonso de 1746 consignaba simplemente "piedra verde", mientras que el del Real Gabinete de Historia Natural de 1776 estimaba la piedra como prasma, lo que la Junta Gubernativa del Museo de Ciencias Naturales corroboró en 1839 elogiando su calidad. En realidad, el cuerpo sería de jaspe y el pie de prasio.
Fue frecuente entre los plateros europeos de la segunda mitad del siglo XVI el empleo del esmalte blanco para las carnaciones de las figuras humanas cinceladas en oro, aunque aquí una sola figura es la protagonista. Hay figuras también esmaltadas de blanco, representando a Neptuno y Anfitrite, en el borde de la copa de jaspe verde MR 173 del Louvre, con guarnición de hojas dentadas y picudas, además de cuatro bichas de oro esmaltado. Es obra de Hans Kobenhaupt, activo en el primer tercio del siglo XVII, minucioso autor que frecuentemente adorna sus creaciones con figuras de tema mitológico, que bien pudo crear en figuras mayores, como la presente, inspirada en imágenes de Venus. El nudo de la copa de jaspe E 118 del Louvre ostenta pétalos semejantes a los que surgen tras la figura del Prado.
El Tesoro del Delfín es un conjunto de vasos preciosos que, procedentes de la riquísima colección de Luis, gran Delfín de Francia, vinieron a España como herencia de su hijo Felipe V, primer rey de la rama borbónica española. Luis de Francia (1661-1711), hijo de Luis XIV y María Teresa de Austria, comenzó su colección tempranamente influenciado por su padre; la adquisición de obras se producía por diversas vías, desde regalos hasta su compra en subastas y almonedas. Al morir el Delfín, Felipe V recibe en herencia un conjunto de vasos con sus respectivos estuches, que fueron enviados a España. En 1716 estaban en el Alcázar de Madrid, guardados en sus cajas, desde donde se trasladaron, en fecha posterior, a La Granja de San Ildefonso, lugar donde se citan a la muerte de Felipe V, conservados en la llamada Casa de las Alhajas. En 1778 se depositaron, por real orden de Carlos III, en el Real Gabinete de Historia Natural y continuaron en la institución hasta el saqueo de las tropas francesas en 1813. La devolución de las piezas se produjo dos años más tarde y con algunas pérdidas. Fue en 1839 cuando la colección llega al Real Museo, donde sufrió en 1918 un robo. Con ocasión de la Guerra Civil española fueron enviadas a Suiza regresando en 1939, con la pérdida de un vaso, desde entonces se encuentran expuestas en el edificio Villanueva.