Castiglione, artista inquieto y personal, además de un extraordinario dibujante, viajó mucho por Italia (además de en Génova, su ciudad natal, trabajó en Roma, Mantua, Venecia y tal vez en Parma, Florencia, Bolonia y Módena) y supo absorber y hacer suyos tendencias y lenguajes muy diversos, desde el vigoroso naturalismo que practicaban algunos pintores asentados en Génova como Sinibaldo Scorza (15