Van Aelst mantiene la estructura de tríptico tradicional, pero la actualiza al representar una única escena, con lo que logra la unidad defendida por el Renacimiento italiano. La iconografía y la composición repiten modelos del siglo XV, pero la ordenación en triángulo, la rotundidad plástica de las figuras y el sutil modelado de los rostros y de la anatomía del Niño, así como las arquitecturas, r
Tríptico representando La Adoración de los Magos, en la tabla central, con La Anunciación en la puerta izquierda y La Adoración de los ángeles y pastores en la derecha. Cada escena se desarrolla en un espacio distinto, al contrario de otros trípticos de épocas anteriores, donde el paisaje podía ser el mismo para todas las tablas. Las figuras están ataviadas con lujosas vestiduras. Destacan las arq
El apóstol protege a los donantes masculinos vestidos con hábitos de la orden dominica. Al fondo, los ángeles llevan a las almas al Paraíso. Como es propio de su estilo, Coecke dota de movimiento las telas y los cabellos de las figuras, en este caso de Santiago, para acentuar el dinamismo de la acción. Es la puerta izquierda del Tríptico del Juicio Final, cuya tabla central se guarda en el monaste
Junto a la tabla con la que hace pareja, Santiago el mayor y once orantes (P1609), formaban las puertas de un tríptico cuyo panel central, conservado en El Escorial, es el Juicio Final. A pesar de las dudas que ha suscitado su autoría, en la obra se aprecian los mismos rasgos estilísticos que en otras atribuidas a Coecke, como el Tríptico de la Crucifixión de Paul Robijn (ca. 1532-1534) y el Trípt
San Antonio es tentado por el Diablo, transformado en una bella mujer desnuda y al que acompaña una bruja. El fondo con la ciudad en llamas, así como los monstruos y demás elementos, están tomados del Bosco (h. 1450-1516). Sin embargo, las figuras del santo, la bruja y, sobre todo, el desnudo femenino, demuestran la asimilación del nuevo lenguaje renacentista italiano.