Esta obra forma serie con otros cinco cuadros (P1055, P4042, P4093, P5313 y P5314) procedentes del convento de San Felipe el Real, Madrid, desde donde pasaron al Convento de la Trinidad. En su contexto original estos floreros debieron ser considerados imágenes del mundo natural que elevaban los espíritus de los espectadores en alabanza al Creador. A juzgar por su estilo y su técnica, este cuadro
Esta obra forma serie con otros cinco cuadros (P1054, P1055, P4093, P5313 y P5314) procedentes del convento de San Felipe el Real, Madrid, desde donde pasaron al Convento de la Trinidad. En su contexto original estos floreros debieron ser considerados imágenes del mundo natural que elevaban los espíritus de los espectadores en alabanza al Creador. A juzgar por su estilo y su técnica, este cuadro y
Esta obra forma serie con otros cinco cuadros (P1054, P1055, P4042, P4093 y P5314) procedentes del convento de San Felipe el Real, Madrid, desde donde pasaron al Convento de la Trinidad. En su contexto original estos floreros debieron ser considerados imágenes del mundo natural que elevaban los espíritus de los espectadores en alabanza al Creador. A juzgar por su estilo y su técnica, este cuadro y
Esta obra forma serie con otros cinco cuadros (P1054, P1055, P4042, P4093 y P5313) procedentes del convento de San Felipe el Real, Madrid, desde donde pasaron al Convento de la Trinidad. En su contexto original estos floreros debieron ser considerados imágenes del mundo natural que elevaban los espíritus de los espectadores en alabanza al Creador. A juzgar por su estilo y su técnica, este cuadro y
Esta obra forma serie con otros cinco cuadros (P1054, P4042, P4093, P5313 y P5314) procedentes del convento de San Felipe el Real, Madrid, desde donde pasaron al Convento de la Trinidad. En su contexto original estos floreros debieron ser considerados imágenes del mundo natural que elevaban los espíritus de los espectadores en alabanza al Creador. A juzgar por su estilo y su técnica, este cuadro
Esta obra forma serie con otros cinco cuadros (P1054, P1055, P4042, P5313 y P5314) procedentes del convento de San Felipe el Real, Madrid, desde donde pasaron al Convento de la Trinidad. En su contexto original estos floreros debieron ser considerados imágenes del mundo natural que elevaban los espíritus de los espectadores en alabanza al Creador. A juzgar por su estilo y su técnica, este cuadro y
Este lienzo y su pareja (P7929), que debieron formar parte de una serie de asuntos similares pintada entre 1670 y 1680, puesto que cuando menos se conserva una tercera pieza (Colección Abelló), evidencian que el autor dominó la temática floral, concreta y fantástica, ya que no en vano fue uno de los artistas especializados en el género, alcanzando un distinguido lugar entre quienes se dedicaban a
Este lienzo y su pareja (P7930), que debieron formar parte de una serie de asuntos similares pintada entre 1670 y 1680, puesto que cuando menos se conserva una tercera pieza (Colección Abelló), evidencian que el autor dominó la temática floral, concreta y fantástica, ya que no en vano fue uno de los artistas especializados en el género, alcanzando un distinguido lugar entre quienes se dedicaban a