Esta pintura, fechada hacia 1658, fue regalada al rey Felipe IV por el cardenal Francesco Barberini (1597-1679), sobrino del pontífice Urbano VIII (1623-1644). Tras la muerte de éste, que era conocido por sus tendencias antiespañolas, y la llegada de su sucesor, el filoespañol Inocencio X, el monarca ordenó la confiscación de las rentas eclesiásticas de las que Barberini gozaba en España e Italia.
El dibujo lleva en el reverso una atribución a Ciro Ferri en letra del siglo XVIII, pero su indudable calidad, que supera con mucho la de los estudios de este artista, induce a considerarlo de mano de su maestro Pietro da Cortona. Es técnica empleada por el artista a lo largo de su producción pero especialmente en su periodo juvenil, al que corresponde asimismo el modelo femenino, que se puede com
El apunte esta atribuido al artista en la misma escritura, de un coleccionista no identificado, en que se inscribe el número de orden y que aparece en numerosos dibujos romanos del siglo XVII, entre ellos de Pietro da Cortona, siendo generalmente atribuciones correctas. En la hoja se distribuyen dos estudios de clérigos de espaldas y uno de guerrero romano, que no se relacionan con figuras de las
La obra, identificada por Anthony Blunt como de mano de Pietro da Cortona, es el dibujo preparatorio para una de las ilustraciones grabadas por F. Greuter en el libro cuarto de la obra del jesuita Giovanni Battista Ferrari: Flora sive de Florum Cultura, publicada en Roma en 1633 en su edición latina y traducida al italiano en 1638. La composición hace referencia a los orígenes de la familia Barber