Esta obra es una de las más hermosas y delicadas de la exigua producción conocida de Felipe Diriksen (1590-1679), al tiempo que un notable ejemplo de la espiritualidad española de la primera mitad del siglo XVII. Se representa una de las caídas de Cristo en su ascenso al monte Calvario, donde culminará su pasión con la muerte en la cruz. Viste túnica púrpura de tono apagado, con gruesa soga al cue