Desde una perspectiva frontal, el pintor ha realizado una compleja y convincente composición que semeja dividirse en dos mitades bien conectadas entre sí. En la inferior, y en aproximación al espectador, ha colocado una repisa de madera, a modo de mesa, con varias muescas, sobre la que sitúa varios elementos hábilmente dispuestos. A la izquierda hay un plato metálico, de plata o peltre, en el que
Esta obra y su pareja (P7926), que poseen innumerables características comunes, no obstante su clara diferenciación, se inscribe dentro de unaa corriente pictórica propia de la Corte de España durante la primera mitad del siglo XVII, tendente a crear pequeñas piezas de naturaleza inerte concebidas para una clientela concreta que amaba decorar las estancias de las mansiones con asuntos de la natura
Esta obra y su pareja (P7925), que poseen innumerables características comunes, no obstante su clara diferenciación, se inscribe dentro de la corriente pictórica propia de la Corte de España durante la primera mitad del siglo XVII, tendente a crear pequeñas piezas de naturaleza inerte concebidas para una clientela concreta que amaba decorar las estancias de las mansiones con asuntos de la naturale
Los racimos de uvas colgando y la disposición de los frutos sobre superficies de piedra dispuestas a diferente altura recuerdan lo que hicieron importantes bodegonistas en Madrid en los años 20 y 30. Pero a partir de esos préstamos, Espinosa ha sabido crear una obra muy original, y no sólo debido a su formato ochavado, sino también a las relaciones que mantienen entre sí los objetos. Unos cuantos
Dentro de la pintura española de bodegones con uvas, los que se realizan durante la Unión Ibérica se pueden dividir grosso modo en tres grupos. El primero es el de los cuadros en los que solamente están representadas uvas o donde las uvas están acompañadas por otras frutas. El segundo grupo es aquel en que las uvas-y otras frutas- están acompañadas por pájaros vivos; y el tercer subgénero es aquel