En la primavera de 1566 Giorgio Vasari vio en el obrador de Tiziano en Venecia un cuadro mitológico con una giovane ignuda, che s’inchina a Minerva, con un’altra figura accanto, ed un mare, dove nel lontano è Nettuno in mezo sopra il suo carro. La pintura, encargada por Alfonso I d’Este, duque de Ferrara, había quedado inconclusa a su muerte en 1534. Más de treinta años después, Tiziano retomó el