Hasta fechas recientes esta pintura era considerada como una más de las muchas versiones existentes del célebre cuadro homónimo de Leonardo da Vinci conservado en el Museo del Louvre, del que se diferenciaba ante todo por el fondo negro, la menor calidad del dibujo y la ausencia del característico sfumato leonardesco. Procede de la colección real, donde probablemente se registra ya en 1666 en la G
Salvo el paisaje, de gusto nórdico, la obra reproduce, a menor escala, un estado intermedio de la ejecución de la Santa Ana de Leonardo da Vinci, posiblemente durante su segunda estancia milanesa. Documenta detalles que él había proyectado en el original y después modificó. Asimismo, el copista simplificó algunos elementos, como haría después Leonardo en el prototipo.
Leonardo hizo tres cartones (dibujos a escala real) con diversas propuestas para la composición de su Santa Ana. La obra es uno de los pocos testimonios conservados del segundo, ideado por el maestro antes de su partida a Milán en 1508 y muy próximo a la versión definitiva, pero con la escena invertida. Otra versión de este cuadro se perdió durante la Segunda Guerra Mundial.