El artista alemán, como hiciera Leonardo al tratar esta historia de las Metamorfosis de Ovidio, se inspiró en la escultura clásica (en este caso en la Ariadna dormida) para escenificar la seducción de Zeus, transformado en cisne, a la princesa etolia. El animal no se entrelaza con el cuerpo de la joven, como era habitual en el arte del Renacimiento, sino que parece coquetear con ella, lo que permi