La obra reproduce un prototipo de Sebastiano del Piombo que hubo de contar con cierto éxito en el siglo XVI, tal y como atestigua otra versión muy cercana a esta que conserva la Galleria Borghese en Roma (inv. 179, óleo sobre tabla, 59 x 43 cm), donde se encuentra catalogada como del estilo de Luis de Morales.
Jerónimo Vich y Valterra (1459-1535), embajador de Fernando el Católico y Carlos V en Roma entre 1506 y 1521, encargó a Sebastiano del Piombo un tríptico del que se conserva la pieza central con la Lamentación sobre el cadáver de Cristo (Museo del Ermitage, San Petersburgo) y un lateral con el Descenso de Cristo al Limbo (P346). El tríptico está fechado en 1516, año de la muerte del rey Fernando,
Cristo, vestido con túnica blanca y portando el estandarte de la victoria, se inclina hacia Adán y Eva que, desnudos, esperan ser rescatados del Limbo para ser llevados al Reino de los Cielos. Este pasaje se recoge en los llamados Evangelios Apócrifos, concretamente en el conocido como Evangelio de Nicodemo que narra la Resurrección de Cristo. Se pueden apreciar dos influencias fundamentales en la
Sebastiano del Piombo fue el pintor italiano más solicitado por la clientela española en el primer tercio del siglo XVI. Junto a Jerónimo Vich y Francisco de los Cobos (aunque éste lo fuera indirectamente), entre los clientes españoles de Piombo figura Fernando de Silva, conde de Cifuentes y embajador de Carlos V en Roma entre 1533 y 1536, quien encargó al pintor un Cristo con la cruz conservado e