Por dimensiones, formato y sentido compositivo, esta pintura es un depurado ejemplo de la producción de Fernando Yáñez de la Almedina, uno de los artistas españoles que más tempranamente absorbieron las enseñanzas del Renacimiento temprano de Fra Bartolomeo, Andrea del Sarto y, sobre todo, Leonardo da Vinci. De hecho, este busto de Cristo frontal, con barba rizada y largos cabellos organizados sim
Leonardo hizo tres cartones (dibujos a escala real) con diversas propuestas para la composición de su Santa Ana. La obra es uno de los pocos testimonios conservados del segundo, ideado por el maestro antes de su partida a Milán en 1508 y muy próximo a la versión definitiva, pero con la escena invertida. Otra versión de este cuadro se perdió durante la Segunda Guerra Mundial.
Conocido sobre todo como retratista, Sánchez Coello practicó además la pintura religiosa, un género en el que desarrolló las características propias del monasterio del Escorial. Este es un notable ejemplo, donde el equilibrio compositivo y la monumentalidad de las figuras se entremezclan con un sentido del color muy rico, matizado por sutiles variaciones lumínicas. Se pintó para la capilla sepulcr
Aunque identificada como santa Catalina (siglo IV) gracias a la corona, la espada y la rueda dentada, la mujer representada en esta pintura también se ha considerado Catalina de Austria (1507-1578), hija de Felipe el Hermoso y Juana de Castilla, y reina de Portugal desde 1525. Lleva un rico traje de corte prolijamente trazado y provisto de un marcado sentido decorativo. Firmada en la espada, es la
El Museo del Prado cuenta entre sus fondos con un importante conjunto de pinturas de Juan de Correa de Vivar, el artista toledano que debió de nacer con el siglo XVI en la localidad de Mascaraque y que falleció en la ciudad Imperial en 1566. Son casi un total de cuarenta obras procedentes del extinto Museo Nacional de la Trinidad. Como corresponde a buena parte de la pintura religiosa del siglo XV
Es esta una de las obras femeninas más emblemáticas del Renacimiento español y la más conocida dentro de la producción de Yáñez de la Almedina. Ambas consideraciones se deben a la proyección que el Museo ha brindado a la obra, icono imprescindible de las salas de pintura española del XVI, desde que llegara oficialmente a la institución en 1946. Según la Leyenda Dorada, el libro de Jacopo de la Vor
En torno a una imagen de la Virgen con el Niño, situados sobre una alta grada concebida a modo de altar, y detrás de éstos y en un segundo plano san José, se representa a san Juan Evangelista, san Ildefonso y el clérigo y escritor Alonso de Villegas, en un primer plano y en imagen de tres cuartos. Villegas aparece en la disposición habitual de los donantes medievales, en actitud devota, con las ma
Las dimensiones, formato, temática, soporte y estilo pictórico de estas tres obras -El Calvario (P8211), Lamentación ante Cristo muerto (Museo de Salamanca, CE 106) y La Resurrección (P8212)- hacen pensar en una procedencia común, un retablo con la tradicional temática vinculada al ciclo cristológico, con especial énfasis en los episodios referidos a la Pasión, muerte y Resurrección. Este tipo de
Hijo del pintor italiano Paolo de San Leocadio, Felipe Pablo supo combinar elementos extraídos del vocabulario paterno (en este caso la Virgen, el Niño, San Juanito y los ángeles) con otros de impronta leonardesca recogidos de Fernando Yáñez y Fernando Llanos (las figuras masculinas). Esta Adoración de los pastores se identifica con la parte principal de un retablo realizado para el velluter (sede
Figura de menos de medio cuerpo, en actitud de bendecir, tiene el mundo -con un paisaje- en la mano izquierda. Repite el modelo del Salvator Mundi del Museo del Louvre, pero la versión del Louvre presenta un modelado suave y un colorido cálido, propio de la primera versión. En la obra del Museo del Prado los colores y la luz son más fríos, el modelado es más duro y pulido. Aunque se considera del
De más de medio cuerpo, túnica encarnada y manto azul con cuello y forro de piel, tocado con gorra negra. Sostiene un tarro de ungüentos en la mano izquierda alusivo a su condición de santo médico. La parte inferior del fondo está sin finalizar, conservándose únicamente el cielo de la parte alta. Aunque en ocasiones se ha cuestionado la atribución a Yáñez, considerándose obra de su colaborador Fer
Los temas del Descendimiento y del Calvario fueron dos de los más representados por Pedro de Campaña, en algunos casos en obras destinadas a conjuntos más amplios vinculados a la Pasión y Muerte de Jesús. Las distintas formas en que abordó estas complejas composiciones en los diferentes momentos de su carrera nos brindan la oportunidad de apreciar la evolución pictórica del artista, y el modo en e
Morales nos muestra aquí uno de sus temas más amables y afortunados, el de la Virgen con el Niño, si bien en este caso incluye la figura de san Juanito, que fija sus ojos azules en el espectador y, con gesto harpocrático, pide silencio para no disturbar el sueño de Jesús. La escena, iluminada por una intensa fuente de luz, destaca con viveza sobre un fondo casi negro. Mientras el Niño duerme pláci
Rodeada de los Apóstoles, María agoniza en el lecho. San Pedro, como sacerdote, le entrega una vela encendida, mientras San Juan y otro apóstol leen las sagradas escrituras junto a ella. Tras el ventanal abierto, se aprecia la escena de la Asunción de la Virgen. Manteniendo ciertos elementos de la pintura de su maestro, Juan de Borgoña, como los tipos humanos y el color, Correa muestra en esta tab
El Museo del Prado cuenta entre sus fondos con un importante conjunto de pinturas de Juan de Correa de Vivar, el artista toledano que debió de nacer con el siglo XVI en la localidad de Mascaraque y que falleció en la ciudad Imperial en 1566. Son casi un total de cuarenta obras procedentes del extinto Museo Nacional de la Trinidad. Como corresponde a buena parte de la pintura religiosa del siglo XV
La obra está formada por seis tablas que se insertan en dos batientes de madera unidos a través de un sencillo marco dorado, pertenecientes probablemente a las puertas de un sagrario. Las seis figuras angélicas están representadas de manera sedente sobre cúmulos de nubes y están respaldadas por fondos neutros de color gris matizado. De arriba abajo y de izquierda a derecha, los ángeles sostienen,
El Museo del Prado cuenta entre sus fondos con un importante conjunto de pinturas de Juan de Correa de Vivar, el artista toledano que debió de nacer con el siglo XVI en la localidad de Mascaraque y que falleció en la ciudad Imperial en 1566. Son casi un total de cuarenta obras procedentes del extinto Museo Nacional de la Trinidad. Como corresponde a buena parte de la pintura religiosa del siglo XV
Es esta una de las pinturas más características y reconocidas de Morales, tanto por su cuidada técnica, el formato doméstico y la temática en apariencia tierna y entrañable, como por ser desde su ingreso en el Prado una de las obras del pintor que se exponen de manera continuada. Fue en 1916 cuando se incorporó al Museo tras la aceptación por el Real Patronato del extraordinario legado artístico d