Retrato de busto en el que aparece el pintor retratado a los 28 años, cuando ya gozaba de una gran amistad con Federico de Madrazo. De frente, ligeramente girado hacia la izquierda, con lentes, amplio bigote y perilla. Sobre la chaqueta y resaltando sobre el blanco de la camisa, un semiabocetado lazo realizado con amplias pinceladas que contrastan con el acabado dibujístico del rostro. El brillo d
Retratado a sus 54 años, de busto y ante un fondo neutro, viste con indumentaria doméstica, sujeta su corbata con un alfiler y aparece cubierto por un grueso gabán. De gesto enérgico y temperamental, su escaso cabello, de incipientes canas en las sienes, le deja despejada la frente, luciendo poblado bigote y mosca. Mira al espectador con la boca apretada y el ceño ligeramente fruncido.Nacido en Ca
Sobre un fondo neutro matizado desde el negro al verde azulado, se ilumina por la izquierda y desde arriba el rostro del pintor, recortado casi de perfil con abundante y rubia cabellera, ancha frente, bigote, perilla y ojos claros que delatan su origen natal. Los pardos del gabán, bajo el que se adivina un corbatín azulado, dan paso a un rostro en el que el juego de luces y sombras matizadas por p
Federico de Madrazo gustó retratar a sus amigos pintores; incluso a aquellos jóvenes artistas de las nuevas generaciones por quienes Madrazo, ya maestro consagrado, sintió sincera admiración. Aunque esta afición la demostró a lo largo de toda su carrera, se hace especialmente frecuente a partir de la década de los sesenta y concretamente desde 1867, en que retrata al gran paisajista Carlos de Haes
Carlos Luis de Ribera (1815-1891) y Federico de Madrazo heredaron la rivalidad de sus padres, los pintores neoclásicos Juan Antonio de Ribera y José de Madrazo. Así como éstos fueron los introductores del neoclasicismo davidiano en España, aquéllos destacaron en el cultivo de un incipiente romanticismo, de talante ecléctico, en la primera madurez de sus prolongadas carreras. Rigurosamente contempo
Gaspar Sensi Baldachi, litógrafo y pintor de origen italiano, discípulo de Tomasso Minardi cuando contaba más de treinta años de edad se trasladó a Madrid y en esta ciudad estableció su residencia principal hasta su muerte. En este retrato, obra de Federico de Madrazo, está más presente la voluntad de hacer un estudio de cabeza que el interés por captar la psicología del personaje. No obstante res
Louise Amour Marie de Bouillé fue la última descendiente de una noble familia aubernesa afincada en las Antillas francesas. Nació en 1844 y casó en abril de 1864 con el conde francés Charles Antoine de La Roche-Fontenilles, que utilizó también el título de marqués de Rambures -no sin polémica entre su familia, por tomarlo por vía femenina en contra de las costumbres nobiliarias galas- a partir de
Este espléndido retrato forma parte de la serie que Federico de Madrazo pintara en agosto de 1875 a los hijos del artista que residían en París, formando con ellos un conjunto constituido además por las efigies de Isabel y Cecilia y completado por el retrato de Ricardo realizado al año siguiente. Esta intención de pintar para sí las efigies de sus propios hijos, responde al deseo paternal más ínti