La Sagrada Familia con San Juan Bautista era una devoción privada especialmente adecuada para la educación de la infancia. El motivo de San Juanito y el Niño Jesus abrazándose, derivado de las Meditationes Vitae Christi del Pseudo Buenaventura, texto del siglo XIV, fue desarrollado por Leonardo da Vinci en la Virgen de las rocas. Luini personifica la recepción de Leonardo en Lombardía a través de
Esta tabla, cuando formaba parte de la colección Adanero, fue dada a conocer por Angulo Íñiguez (1954) atribuyéndola, sin dudarlo, al pintor Yáñez de la Almedina o al menos a su taller. Esta atribución fue recogida por Garín Ortiz de Taranco en la segunda edición de su libro sobre Yáñez (1978) reafirmándola y conectándola temáticamente con un retablo considerado obra del maestro de Cabanyes en Tor
Cristo, vestido con túnica blanca y portando el estandarte de la victoria, se inclina hacia Adán y Eva que, desnudos, esperan ser rescatados del Limbo para ser llevados al Reino de los Cielos. Este pasaje se recoge en los llamados Evangelios Apócrifos, concretamente en el conocido como Evangelio de Nicodemo que narra la Resurrección de Cristo. Se pueden apreciar dos influencias fundamentales en la
Cuenta Vasari que, al abandonar en 1524 Parma para instalarse en Roma, Parmigianino llevó consigo algunas pinturas que habrían de servirle de presentación en el competitivo ambiente artístico de la Ciudad Eterna, citando entre ellas una Sagrada Familia con ángeles identificada con la del Museo del Prado. Parmigianino la regaló a Clemente VII, quien a su vez la entregó a su sobrino Hipólito de Medi
Cristo sobre el arco iris, con los pies apoyados sobre el globo terráqueo y los brazos en alto, flanqueado por María y San Juan Bautista y, al lado de éstos, los doce apóstoles. Dos ángeles trompeteros anuncian el Juicio Final y enlazan con la escena inferior que muestra la resurrección de los muertos, y la gloria o el castigo que corresponde a sus acciones en la tierra. Esta representación de Jes
El artista barroco flamenco Peter Paul Rubens fue también un erudito humanista, coleccionista de arte y diplomático. En 1628, Rubens viajó a Madrid para entrevistarse con Felipe IV (1621-1665) como parte de sus gestiones en la negociación de un tratado de paz entre España e Inglaterra. Durante su estancia allí pintó, entre otros temas, retratos de la familia real española. Felipe IV se impresionó
Algunas creaciones de Rubens mezclan escenas religiosas bíblicas de carácter narrativo con obras de mayor carga devota e intelectual, al incluir personajes ajenos originariamente a la historia. En este caso, San Jorge, Santa Catalina y otra santa no identificada parecen vigilar el descanso del Niño durante la Huida a Egipto, mientras unos ángeles juegan con el Cordero, símbolo del sacrificio. La o
La Crucifixión es probablemente la imagen cristiana más característica, y sin duda fue una de las más representadas y coleccionadas en la España de los Habsburgos. En casi todas las iglesias y capillas se encontraban esculturas o pinturas de Cristo en la cruz, en sus variadas formas, y en las casas particulares servían como objetos devocionales. Los temas relacionados con la Pasión, que subrayan e
En un primer plano muy cercano y resaltado por un estudiado empleo de los recursos lumínicos, aparece la Virgen María sentada, sosteniendo entre sus rodillas al Niño Jesús, quien dulcemente apoya sus manos en el cuerpo de su madre, mientras que enlaza su mirada con la de Santa Isabel, quien a su vez arropa a la figura arrodillada de San Juanito, que delicadamente posa sus manos unidas en el cuerpo