El santo dominico, con un templo gótico en la mano, y un donante de rodillas, sobre un fondo de paisaje. Con dudas se identificaba el orante con fray Tomás de Matienzo, pero el marqués de Lozoya asegura que será el canónigo y bachiller Juan Pérez de Toledo sepultado en la capilla de santa Catalina de Siena. Perteneció, con otras seis tablas, al convento de dominicos de Santa Cruz la Real, de Segov
La Virgen y su madre están sentadas en un amplio trono de complicada traza. En una escena de gran intimidad, Santa Ana sostiene un libro, recordando el tema de la enseñanza de la Virgen niña, de gran aceptación en el siglo XVI. El Niño recoge una manzana en alusión a su futura Pasión y la consiguiente Redención del Pecado Original.Esta obra refleja la evolución de la pintura flamenca. Benson, fiel