Recco fue miembro de una reconocida familia de pintores napolitanos especializados en naturalezas muertas. Su obra describe con minuciosidad una serie de animales marinos dispuestos desordenadamente después de su pesca, entre ellos una tortuga.Es obra de plena madurez, en torno a 1680. La calidad de los peces y la concha salpicados de agua mantienen la tradición napolitana de Porpora, magnificando