En el siglo XVIII, esta cabeza monumental se identificó con un príncipe bárbaro, nombrado con mucha fantasía rey Bocchus de Mauritania, basándose en el gorro con su punta doblada hacia delante, que no es propio ni de Grecia ni de Roma, al cuidadoso aspecto del cabello y al gesto facial. Después de que Hübner, en 1862, viese en él la representación de un dacio cautivo, Blanco fechó la escultura en
Probablemente en el siglo XVII, un autor desconocido dividió mediante un corte longitudinal el torso de la estatua de un jabalí de tamaño natural en dos partes; luego, las completó y montó cada una de las dos mitades sobre un tablero liso de mármol de color. Aún hoy se percibe fácilmente que la cabeza del animal estaba levemente girada hacia la derecha. Originalmente el pesado cuerpo no descansaba
La musa apoyada es una obra típica de comienzos de la época tardohelenística. Uno de sus rasgos más tardíos, ha de mencionarse, es su concepción plana, con las vistas frontal y posterior anormalmente estrechas, y un solo punto de vista principal. Los logros del arte temprano y alto-helenístico aún son claramente perceptibles en la composición y en el tratamiento de los ropajes. Mientras que, en la
Busto antiguo de Cicerón (106-43 a.C.), con inscripción que recuerda la edad a la que murió. La cabeza es moderna y copia un prototipo muy conocido en la Roma del siglo XVIII, de la colección Mattei, en la actualidad en Apsley House, en Londres. Este busto del Museo del Prado desempeñó un papel importante en la identificación del retrato de Cicerón, pues lleva la inscripción del nombre del celebre
Escultura formada por un torso grecorromano de Venus con añadidos barrocos, con tipos diferentes de mármol, tal y como ha podido comprobarse durante la restauración llevada a cabo en el Museo del Prado en 2004. El tema de la estatua es el nacimiento y la aparición de Venus en el mar, donde el viento agita graciosamente su vestido y un delfín sostiene la diosa. Según el dibujo del Cuaderno de Ajell
El cuerpo es copia romana de un original helenístico de h. 270 a. C. que representaba a un filósofo de la escuela epicúrea; la cabeza es una obra barroca, copia del conocido tipo denominado pseudo-Séneca. Aparece mencionada por primera vez en la colección de Cristina de Suecia, ya restaurada como efigie de Séneca y, desde entonces, no parece haber sufrido variaciones sensibles hasta hoy. La identi
Copa alta formada por un fragmento antiguo de serpentina y un pie y vástago de heliotropo. El cuerpo, de boca rectangular, se une mediante una guarnición de anillo y hojas esmaltadas al pie abalaustrado, con nudo bajo, entre golletes de oro esmaltado. De planta oval, tiene perfil redondeado y rica faja de hojas caladas en oro esmaltado. Los esmaltes son opacos y consisten en leves trazos negros y