Este episodio de Orfeo ilustra la belleza de su música y cómo conseguía encandilar a personas y animales, tal y como lo cuenta Ovidio en el libro X de las Metamorfosis (145 y ss.): "(...)A tal bosque había congregado el poeta, y estaba sentado en el centro de una reunión de fieras y una multitud de aves; después de tantear suficientemente con el pulgar las cuerdas que rasgaba y percibir que estaba