El asunto de la obra, nada usual en la pintura española, pero relativamente frecuente en la italiana del seicento, procede de las Metamorfosis de Ovidio (VI, 337-382). Latona, madre de Apolo y Diana -tenidos de su unión con Júpiter-, huyendo de Juno, llega sedienta a Licia con sus hijos. Los campesinos les impiden beber en un pequeño laguillo y, encolerizada, les maldice convirtiéndoles en ranas.
Por sus características materiales, es posible afirmar que se trata de una hoja arrancada de un cuaderno, pues el tamaño y los indicios de la costura de la encuadernación en el margen izquierdo así lo apuntan. En cuanto a la técnica, presenta los rasgos característicos de los dibujos de José del Castillo: corrección en el contorno de las figuras, trazos intensos para acentuar inflexiones de la fig
Latona da a luz a Diana y a Apolo en los brazos de dos jóvenes doncellas, rodeada de mujeres y niños que la acompañan en el dolor, próximos al pórtico de un templo. En primer plano, un nuevo grupo de niños contribuyen al efecto de la profundidad, con recursos manieristas comunes en Julio Romano y Primaticcio.En el inventario de la casa de Pastrana, el tema de dibujo se tenía por la muerte de Pando