La siesta es uno de los cuadros de mayor envergadura de la producción de Lawrence Alma-Tadema (1836-1912) y muy significativo por la singularidad de su formato. Pintado a comienzos de 1868, sólo un mes antes de que terminara la obra que le consagró definitivamente como uno de los artistas favoritos de la alta sociedad londinense, Fidias exhibiendo los frisos del Partenón (Birmingham Museum and Art
Esta pintura, plantea dos problemas principales: el primero es el de su adscripción al conjunto del Retiro; el segundo, en relación directa con el asunto mencionado, su cronología. En este sentido, en su extremo inferior izquierdo se localiza, en color blanco, el número 180 correspondiente al inventario de la testamentaría de Carlos II, donde aparece formando parte de la galería de paisajes del Bu
La documentación de la catedral de Palencia permite conocer el lugar original para el que se destinó esta Crucifixión, la calle central del banco del retablo mayor de la sede palentina, y el nombre de su autor, Juan de Flandes (doc. 1496-1519). Asimismo constan en ella datos relativos a esta tabla durante el tiempo en que perteneció a la catedral, entre 1509 en que la contrató el pintor flamenco y
Boceto preparatorio, con la situación de las figuras principales y la definición de las luces, para el cuadro de uno de los altares, el primero del lado del Evangelio, en la Sacristía de la Catedral de Toledo, con cuya composición presenta aún algunas variantes. Goya recibió el encargo del Cabildo en 1791, pero no lo pintó hasta el otoño de 1798. Le escena del Prendimiento sigue aquí literalmente
Recco fue miembro de una reconocida familia de pintores napolitanos especializados en naturalezas muertas. Su obra describe con minuciosidad una serie de animales marinos dispuestos desordenadamente después de su pesca, entre ellos una tortuga.Es obra de plena madurez, en torno a 1680. La calidad de los peces y la concha salpicados de agua mantienen la tradición napolitana de Porpora, magnificando
La iconografía de esta obra representa de forma muy fiel el relato bíblico (Josué, cap. 3 y 4). Con este fin, el pintor madrileño Juan Montero de Rojas, ha utilizado un lienzo horizontal buscando que la escena pintada tuviese formato panorámico. En ella se representa, con figuras de canon alargado como es habitual en el artista, el paso del Arca de la Alianza portada por cuatro sacerdotes hebreos,
Esta obra forma parte de un apostolado que procede de la Iglesia de Almadrones, Guadalajara, en el que se repite con escasas variaciones el modelo de los Apostolados de la Catedral de Toledo y de la Casa-Museo del Greco en la misma ciudad. Cuatro lienzos de la serie se encuentran en el Museo del Prado: El Salvador (P2889), Santiago (P2890), Santo Tomás (P2891) y San Pablo. Se percibe en ellos la p
Unos aldeanos fuman y charlan a la puerta de una taberna, de donde sale una mujer con las viandas que esperan. A la derecha otros paisanos charlan amistosamente, mientras que al fondo se observa la iglesia del pueblo cercano y tras la llanura se adivina otra ciudad. En esta ocasión Teniers contó con la mano de Lucas van Uden para la realización del paisaje. Éste utiliza una cálida luz vespertina d
Estilísticamente la obra parece ejecutada a comienzos de la década de 1630, poco después del regreso del artista de Italia; la mayoría de los autores la data en torno a 1632. La perfección apolínea de la anatomía y su palidez recuerdan el carácter neoático de la pintura de Guido Reni, pero debió de ser la intención de Velázquez investir a la figura de una belleza divina e inefable, de acuerdo con
La Virgen María, ligeramente girada hacia la derecha, está con las manos entrelazadas en actitud de imploración, mirada perdida y ojos bañados en lágrimas; viste un manto verde azulado, vestido violeta y toca blanca. La iconografía de la Virgen de los Dolores o Dolorosa no figura en los evangelios, es una creación que surge a partir de la exaltación del patetismo al final de la Edad Media. No obst
La Virgen María visita a su prima Isabel embarazada de San Juan, según relata el Nuevo Testamento (Lucas 1, 39-45), momento en el que la Virgen entona el Magníficat. Las dos figuras se distinguen por su edad, María está representada como una muchacha joven mientras que Isabel, a la izquierda, es casi una anciana, resaltando el milagro de su estado de buena esperanza, según lo escrito en los textos
Pelegrín García Cadena nació en Valencia en 1823, donde cursó la carrera de leyes, siendo allí donde, muy probablemente, debió de estrechar lazos de amistad con el pintor. Director durante algún tiempo del "Diario mercantil", logró en Madrid un puesto en el Ministerio de Ultramar, por mediación de Campoamor. Además de su labor de crítico teatral en "La ilustración española y americana" fue fundame
El pintor retrata a la joven que posa tumbada con una pandereta que parece estar tocando de manera verosímil. Al fondo, entre numerosos objetos, una mandolina cuelga de la pared. En relación con la pandereta, se trata de un unimembranófono compuesto por un parche de piel de animal sujeto a un bastidor circular de madera clara. Es de tamaño grande y el aro está pintado con colores: un cerco rojo y
La fe de san José fue probada con el embarazo de María. Como era hombre justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo había planeado cuando un ángel se le apareció en sueños y le reveló que lo engendrado en ella era obra del Espíritu Santo, renunciando a llevar adelante su primera intención (Mateo 1: 19-24).En la pintura, san José ocupa el primer plano, recostado y
Las primeras poesías que recibió el príncipe Felipe fueron Dánae (1553, The Wellington Collection) y Venus y Adonis (1554, Museo del Prado, P422), versiones de otras anteriores, pero revestidas del prestigio de su propietario, y que se convirtieron a su vez en modelos para múltiples réplicas como Dánae recibiendo la lluvia de oro (1560-65, Museo del Prado, P425).Dánae ilustra el momento en que Júp
El Tríptico con pasajes de la vida de Cristo que conserva el Museo del Prado es una obra decisiva en la historia de la pintura valenciana del siglo XV y en la transmisión del estilo y la técnica de Jan van Eyck a la Península Ibérica. La tabla ingresó en la colección del Prado en 1931, procedente del convento carmelita de la Encarnación de Valencia, fundado en 1502. En aquel entonces se consideró