A la izquierda, con fuertes claroscuros y pinceladas briosas, las estribaciones rocosas del monte de la Atalaya que descienden de forma abrupta hacia el mar, formando peñascos y oquedades ocasionados por la erosión del viento y el agua. Un personajes de espaldas, posiblemente un pescador, sitúa al borde de las rocas desde las que se divisa un mar con olas rompientes y en la lejanía, quebrando la l
A la izquierda, sobresalen sobre la arena los promontorios rocosos cubiertos de líquenes y algas. Al fondo las olas rompientes se recortan sobre el cielo cuajado de nubes (Texto extractado de: Gutiérrez Márquez, A.; Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, Madrid: Museo Nacional del Prado, 2002, p. 120).