Desde su ingreso en el Prado en 1931, el dibujo se ha mantenido bajo la atribución al pintor francés Jacques Blanchard (1600-1638) quien, aunque desarrolló la mayor parte de su actividad artística en Lyon, estuvo en Italia en 1624-28, visitando Roma y Venecia entre otras ciudades. No se conservan obras del periodo italiano de Blanchard, aunque algunas aparecen citadas en las fuentes documentales,