Sobre una superficie de madera vemos cangrejos y gambas cocidos, varios peces de agua dulce (dos carpas, un gobio, posiblemente varios cachuelos y un lucio del norte), una copa de vidrio oscuro, un candelabro de latón con una vela parcialmente consumida, un colador de cobre con una espumadera de latón y dos alcachofas, y una jarra de cerámica de Renania, en cuya tapa vemos reflejado el autorretrat
Ingresó en el Museo como original de Jan Both, atribución que se ha mantenido en los catálogos hasta hoy. En 1973 Valdivieso lo identifica como el consignado en el inventario de 1701 y mantiene la atribución a Jan Both, que apoyan Luna (1984) y Capitelli (2005). Burke (1976) lo recoge sin atribución. Barghahn (1986) lo atribuye a Swanevelt y Steland (2009) también, pero con reservas.La escena repr
El 14 de febrero de 1612 Juan Bautista Maíno firmaba en Toledo el contrato para realizar las pinturas que conformarían el retablo mayor de la Iglesia Conventual de San Pedro Mártir, en la misma ciudad. Maíno se comprometía a realizar el retablo en el plazo de ocho meses, pintando las historias o asuntos requeridos por el prior del convento. Pese al compromiso establecido en el contrato, las pintur
El 14 de febrero de 1612 Juan Bautista Maíno firmaba en Toledo el contrato para realizar las pinturas que conformarían el retablo mayor de la Iglesia Conventual de San Pedro Mártir, en la misma ciudad. Maíno se comprometía a realizar el retablo en el plazo de ocho meses, pintando las historias o asuntos requeridos por el prior del convento. Pese al compromiso establecido en el contrato, las pintur
El 14 de febrero de 1612 Juan Bautista Maíno firmaba en Toledo el contrato para realizar las pinturas que conformarían el retablo mayor de la Iglesia Conventual de San Pedro Mártir, en la misma ciudad. Maíno se comprometía a realizar el retablo en el plazo de ocho meses, pintando las historias o asuntos requeridos por el prior del convento. Pese al compromiso establecido en el contrato, las pintur
El 14 de febrero de 1612 Juan Bautista Maíno firmaba en Toledo el contrato para realizar las pinturas que conformarían el retablo mayor de la Iglesia Conventual de San Pedro Mártir, en la misma ciudad. Maíno se comprometía a realizar el retablo en el plazo de ocho meses, pintando las historias o asuntos requeridos por el prior del convento. Pese al compromiso establecido en el contrato, las pintur
El 14 de febrero de 1612 Juan Bautista Maíno firmaba en Toledo el contrato para realizar las pinturas que conformarían el retablo mayor de la Iglesia Conventual de San Pedro Mártir, en la misma ciudad. Maíno se comprometía a realizar el retablo en el plazo de ocho meses, pintando las historias o asuntos requeridos por el prior del convento. Pese al compromiso establecido en el contrato, las pintur
En las fechas en que Brueghel el Viejo realizó esta obra, su pintura de paisaje había adquirido una notable personalidad, caracterizándole las vistas panorámicas, montañosas y de bosques frondosos que trata con realismo mediante una pincelada minuciosa, de gran calidad técnica. Aquí, la línea diagonal de la cordillera divide la composición en dos partes, reservándose la izquierda para la vista de
El 14 de febrero de 1612 Juan Bautista Maíno firmaba en Toledo el contrato para realizar las pinturas que conformarían el retablo mayor de la Iglesia Conventual de San Pedro Mártir, en la misma ciudad. Maíno se comprometía a realizar el retablo en el plazo de ocho meses, pintando las historias o asuntos requeridos por el prior del convento. Pese al compromiso establecido en el contrato, las pintur
Ingresó en el Museo como original de Jan Both, atribución que han mantenido los catálogos posteriores y es aceptada sin discusión por los especialistas. Burke (1976) lo relaciona por su tratamiento lumínico con dos de los paisajes de Claudio de Lorena para el Buen Retiro, Moisés salvado de las aguas (P2253) y El arcángel Rafael y Tobías (P2255).En este caso el asunto no ha sido identificado. Luna
Tras la experiencia mística de la estigmatización, San Francisco es reconfortado por un ángel. El tema de la consolación angélica se hizo muy popular en la pintura italiana a partir de la segunda mitad del siglo XVI. El fuerte claroscuro y la descripción detallada de las telas y las alas del ángel denotan la influencia de Caravaggio, artista que Gentileschi trató personalmente en Roma durante los
Esta pintura representa la batalla librada en Fleurus, cerca de Bruselas, el 29 de agosto de 1622, entre las tropas de la Liga Católica, comandadas por el general don Gonzalo Fernández de Córdoba, y las de la Unión Protestante, bajo el mando del conde Ernesto de Mansfeld y del príncipe Christian de Brunswick. La importancia de la victoria estribó en haber librado Bruselas, gobernada por Isabel Cla
El retratado aparece revestido con el hábito de caballero de Santiago, arrodillado y orante. A su lado, de pie e igualmente elevando la mirada hacia lo alto, un caballero armado que, con dudas, puede ser reconocido con san Luis, rey de Francia, espejo en la época del soldado cristiano. En una de las caras del basamento puede leerse una inscripción que identifica al santiaguista como Julián Romero,
Ingresó en el Museo como original de Jan Both, atribución que han mantenido los catálogos posteriores. Valdivieso (1973) y Barghahn (1986) apoyan esta atribución. Steland lo atribuye con dudas Herman van Swanevelt. Tras la reciente limpieza, la atribución a Jan Both parece acertada. El tratamiento pictórico de las hojas de los árboles y de las nubes así como del fondo es el característico del pint
Por formato, medidas, esquema compositivo y asunto puede ser considerado pareja de Paso en la montaña (P5443). Ingresó en el Museo como original de Jan Both, atribución que se ha mantenido en los catálogos posteriores. Valdivieso (1973) y Barghahn (1986) apoyan esta atribución. Steland (2009) lo atribuye con dudas a Van Swanevelt. Sin embargo, tras la reciente limpieza la atribución a Jan Both par
Murillo no tardó en identificar el tipo de pinturas con las que se sentía más a gusto, pues le daban ocasión para demostrar sus habilidades narrativas, eran magníficamente acogidas por gran parte de la clientela local y, según sus biógrafos, se adaptaban plenamente a su carácter: se trata de escenas religiosas de carácter tierno, interpretadas por personajes en los que se mezcla, de forma muy cara
Pareja de la Boda campestre (P1441), la pintura muestra el banquete posterior al cortejo nupcial. La novia, sentada en un baldaquino de paja, marca el centro de la escena, que Brueghel sitúa bajo cuatro frondosos árboles, manifestando, así, la gran importancia que concedía al paisaje. La presencia de los archiduques Alberto de Austria e Isabel Clara Eugenia, como gobernadores de los Países Bajos,