La tipología facial de la Virgen, la seguridad del dibujo y la rotundidad con que están descritos los planos espaciales hicieron que esta obra fuera inicialmente atribuida a Claudio Coello (1642-1693), hasta que en 1986, cuando se tenía un conocimiento más preciso de la personalidad artística de Mateo Cerezo, Rogelio Buendía e Ismael Gutiérrez Pastor señalaran a este artista como su autor. Esa atr
"David contempló desde la terraza de su palacio a la bella Betsabé que se encontraba desnuda bañándose. Preguntó por ella y le respondieron que se trataba de la mujer de Urías, el jeteo, lo cual no desanimó al rey, que mandó llamarla y durmió con ella, quedando Betsabé embarazada. David envió a Urías a la muerte, dejando así libre el camino para tomar por esposa a Betsabé" (Samuel II, 11: 2-27).La
Esta obra corresponde a los llamados interiores campesinos, uno de los nuevos géneros pictóricos surgidos y desarrollados en Flandes y Holanda a comiezos del siglo XVII. La consolidación de este género venía refrendada por la literatura satírica y moralizante de los siglos XV y XVI que, a su vez, hundía sus raíces en los Kerelslied o coplas de campesinos del siglo XIV, compuestos por los caballero
Esta obra continúa, con algunas diferencias, el modelo de Inmaculada Concepción desarrollado en Madrid por Juan Carreño de Miranda, quien en la década de 1660 configuró un arquetipo que apenas variaría hasta sus años finales. Carreño ensanchó la silueta fusiforme que empleaba Rizi, llevándola a un esquema prácticamente romboidal que aporta mayor equilibrio, tal y como se observa en una de sus últi
Quizá perteneciente a la serie con escenas de las vidas de santos carmelitas que adornaban el claustro bajo del convento del Carmen calzado de Madrid. Cruzada Villaamil (1865) lo registró, entre los cuadros anónimos de escuela madrileña del último tercio del siglo XVII, como una santa en el momento de comulgar. Desde luego, no se trata de santa Casilda, como se pensaba hasta fechas recientes, que
Fue encargada a su autor por la Junta de Iconografía Nacional con destino a la Galería de Españoles Ilustres del Museo Iconográfico (Museo del Prado). Es copia del original que se conserva en la colección de la Casa de Alba de Madrid, inventariado como anónimo inglés del siglo XVII. Representa a Jacobo II de Inglaterra y VII de Escocia (1633-1701), que fue rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda (168
La iconografía de la obra es un tema premonitorio, pintado por Zurbarán en varias ocasiones, y que narra Rodolfo Cartujano en su libro Vita Christi, escrito en latín hacia 1350 y traducido al castellano en Sevilla en 1537. En efecto, la gota de sangre que brota de su dedo por haberse pinchado con una espina de la corona ante la que se encontraba meditando, es testimonio de la futura Pasión y Muert
Este sorprendente lienzo muestra la imagen de la Virgen de Atocha, tal como se veneraba en su altar del convento dominico de su advocación en las afueras de Madrid. El tipo de imagen de devoción con sus lujosos vestidos rígidos, que daban a la figura una silueta cónica -de ahí su popular denominación de imágenes "de alcuza"-, es muy característico del siglo XVII y son muy frecuentes las reproducci
La figura de la santa, de larga cabellera rubia, ocupa el centro de la escena. Sus ojos miran al cielo, lleva las manos cruzadas sobre el pecho, en actitud de oración, y viste ropas raídas envueltas en un amplio manto flotante que dibuja con su movimiento una acusada diagonal. La nube sobre la que se arrodilla María Magdalena asciende impulsada por angelitos, cuyo modelo es el usado habitualmente
Esta obra revela un gusto por lo monumental y sencillo. Durante estos años, se percibe en pintores cortesanos españoles de formación diversa, un proceso en el que las composiciones se clarifican, haciéndose más solemnes y serenas. El equilibrio de masas y la presencia de los personajes recuerdan a soluciones clasicistas. El artista ha reducido al mínimo los accesorios y la sugestion espacial, incl
El tema pictórico de la niña hilando parece poseer un origen sevillano, creado seguramente en el ambiente zurbaranesco. En efecto, Zurbarán realizó varias versiones de la Virgen niña rezando, cosiendo y bordando, pero no hilando. Las fuentes iconográficas que inspiraron esta composición son los Evangelios Apócrifos, donde aparece en el Protoevangelio de Santiago, narrándose allí cómo los sacerdote