Nada se sabe del artista de este nombre que firma este dibujo en 1719. Se trata de un dibujo cuadriculado y sombreado a lápiz negro blando. La Virgen aparece erguida sobre el creciente de la luna, sobre nubes y querubines. Encima el Espíritu Santo y más querubines a ambos lados. Es un dibujo de carácter enteramente seiscentista, en la tradición Rizi-Claudio Coello.