Alumno de Francesco Solimena (1657-1747), de quien siguió en términos generales su normativa artística, tal y como lo acusan sus obras mitológicas y religiosas de juventud, decididamente barrocas aunque preludiando un rococó amable y colorista, Bonito, más tarde se dedicó a la pintura de género y al retrato, de cuya habilidad en este campo, la presente creación es un excelente testimonio. El lienz