Luca Giordano (1634-1705) realizó un retrato ecuestre de Carlos II destinado al Salón de los Espejos del Alcázar de Madrid. La intención era la de señalar una continuidad dinástica en la que Carlos constituía el último eslabón de una cadena iniciada por dos personajes de especial significación: Carlos V y Tiziano, a través del retrato de éste último: Carlos V en Mühlberg. La destrucción de dicho r
Pintura de devoción privada en la que Giordano presenta a San Pedro arrepentido derramando lágrimas de aflicción, después de haber negado a Cristo por tres veces. Con la mirada elevada al cielo, las manos entrelazadas sobre el pecho en gesto de piadosa oración y actitud de profundo recogimiento, el Apóstol implora perdón por su pecado. Sobre la piedra del primer término, en la que han quedado marc
La Magdalena penitente de Giordano ilustra sobre las dudas que sus imitaciones suscitaron en épocas diversas. A pesar de que ingresó en la Colección Real en el siglo XVIII con la atribución correcta, muy pronto fue citada como obra de Ribera, Murillo y otros, hasta que a mediados de 1950 fuera restituida al artista napolitano. Giordano imita el ambiente cerrado, oscuro y desértico del maestro vale
La fe de san José fue probada con el embarazo de María. Como era hombre justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo había planeado cuando un ángel se le apareció en sueños y le reveló que lo engendrado en ella era obra del Espíritu Santo, renunciando a llevar adelante su primera intención (Mateo 1: 19-24).En la pintura, san José ocupa el primer plano, recostado y
Constituye una de las pinturas más complejas de Giordano, tanto desde el punto de vista compositivo, como por su significado y cronología. En su mitad derecha representó una compleja alegoría de la guerra, representada por Marte, que es rechazado por Venus, su amante, que simboliza la paz y protege todo aquello que la guerra destruye. Rubens (1577-1640) asiste a la escena rodeado de personajes sim
María aparece recostada con su mano derecha apoyada suavemente en un sillar de piedra, delante del cual hay una cesta de frutas. Mientras, Jesus niño, completamente desnudo, porta en su mano el libro de las escrituras.Le señala a san Juan Bautista un pasaje probablemente referido a la vida de este último, razón que justifica la postura de su mano derecha, que apoya en su pecho. San Juan viste con