Este lienzo presenta los rasgos estilísticos más definitorios del autor, con una composición serena y equilibrada en la distribución espacial de las masas, centrada en este caso por una frondosa arboleda, de copas altas y tupidas, en torno a la cual se levanta un modesto caserío rural, con tapiales y empalizadas. Junto a ella pueden verse las figuras de dos chiquillos y un perro, resabio pastoril
En la ladera de un monte y de izquierda a derecha, varias encinas sobe el declive de la montaña. En la lejanía, se vislumbra el perfil de una planicie desdibujada. Cielo salpicado por alguna nube desvaída (Texto extractado de: Gutiérrez Márquez, A.; Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, Madrid: Museo Nacional del Prado, 2002, p. 314).
A la izquierda, porción de campo que conforma el margen de la laguna en cuya orilla crecen juncos y vegetación de tipo lacustre. A la derecha, masa de agua en la que se refleja la frondosa alameda del fondo. Cielo muy movido, cubierto de nubes, sobre un soporte que deja ver la preparación subyacente (Gutiérrez Márquez, A., Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, Madrid , 2002).
A la izquierda, una arboleda se refleja en las aguas remansadas de la laguna en cuyas orillas aparecen varadas dos barcas de remo. A la derecha, sobre la campa, se abre un sendero que se pierde en la lejanía donde reposan una bandada de patos delante de otra arboleda. Cielo borrascoso cubierto de nubes (Texto extractado de: Gutiérrez Márquez, A.; Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, Mad
En una composición horizontal, favorecida por el propio formato del soporte, se plasma una llanura con un desnivel en el centro del terreno en el que junto a un bosque de palmeras se alza un aljibe para el riego de los cercanos frutales que se insinúan a la derecha. Entre este palmeral sobresalen cinco ejemplares que con sus altos tronco enlazan y funden las dos franjas horizontales en que está cl
De izquierda a derecha y marcando el ángulo superior derecho, arbustos que surgen de unos abruptos peñascos que, en estratos y marcados por una delimitada línea diagonal formada por la luz y la sombra, bajan hasta el ángulo inferior. En la parte superior y perfilándose sobre la claridad del cielo, ramaje de cuatro árboles sobre una estructura rocosa horizontal. A la izquierda, macizo horizontal re
En una pradera, una bifurcación de caminos que se pierden, uno por la izquierda y otro por el fondo. Grandes árboles a ambos lados del cuadro sobre un cielo cargado de nubes grises con algunos claros en el centro. Rustephan está situado en el entorno montañoso de Pont-Aven (Texto extractado de: Gutiérrez Márquez, A.; Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, Madrid: Museo Nacional del Prado,
Dos laderas montañosas cubiertas de arbustos y matojos se unen en su declive llevándonos la vista hacia el valle que se atisba a lo lejos iluminado por el sol. Sobre el cielo, cubierto de nubes, entre cuyos empastes queda al descubierto la preparación, se perfila el contorno de los picos montañosos en el que destaca la Peña Castillo, posiblemente vista desde Bada (Texto extractado de: Gutiérrez Má
A la izquierda, agua estancada en la que se refleja el abundante boscaje que crece en la orilla de la laguna. Iluminado el paisaje desde la izquierda, centra la atención el manto de vegetación lacustre soleado que da paso a la umbría de una alameda frondosa cuyas cimas se recortan sobre el cielo, cerrándose la composición con un primer plano, a la derecha, cubierto de vegetación (Texto extractado
A la izquierda y entre matorrales, rocas y piedras sobre la ladera verde de la montaña en la que se alzan varios peñascos que en declive y en profundidad se pierden por la derecha, destacándose, con sus claros y sus sombras -sugeridas a base de arrastre de pigmentos- sobre el luminoso cielo. Al fondo a la izquierda y ya muy lejanos, dos picos más se recortan sobre el cielo. De nuevo, el paraje esc
En primer plano, unos matorrales y un arbusto que con sus ramas ocupa toda la parte izquierda del cuadro. A la derecha, una campa y al fondo, árboles sobre un cielo grisáceo (Texto extractado de: Gutiérrez Márquez, A.; Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, Madrid: Museo Nacional del Prado, 2002, p. 264).
Francisco Tadeo Calomarde y Arria Hinojosa y Rabadán (Villel, Teruel, 1773-Toulouse, Francia, 1842). Conde de Almeida y duque de Santa Isabel. Fue oficial de la Secretaría de Estado y Despacho Universal de Gracia y Justicia en 1813 y secretario de la Regencia en 1823. El retratado está sentado y viste uniforme de secretario de Estado, sobre el que ostenta el Toisón de Oro y las grandes cruces y ba
En primer término y entre piedras, el lecho de un arroyuelo que corre por la planicie. Al fondo, masa de arbolado entre la que despuntan tejados y edificaciones de alguna población y sobre ella, una gran masa montañosa cuyas cimas están semi cubiertas por brumas y masas nubosas (Texto extractado de: Gutiérrez Márquez, A.; Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, Madrid: Museo Nacional del P
De izquierda a derecha y bordeando un camino, una cerca de construcción detrás de la cual asoman varios árboles, el mayor de ellos un nogal cercano a una puerta de estacas de madera (Texto extractado de: Gutiérrez Márquez, A.; Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, Madrid: Museo Nacional del Prado, 2002, p. 222).
En primer término, estratos de rocas que asoman sobre la arena. Ya sobre el agua, más rocas en medio de la rompiente de las olas. En la lejanía, mar y línea del horizonte con un perfil de costa a la derecha. Haes retoma el motivo de estas mismas rocas, aunque ligeramente cambiado el punto de vista, en el dibujo (D5205) también de esta misma donación. También Jaime Morera recoge en su Playa de Guet
Aguas Buenas, Aquitania (Francia). Al fondo, el Pico Midi d’Ossau. A la izquierda y en primer plano, un gran peñasco con restos de alguna fortificación. En la ladera, árboles sobre la tierra. A la derecha, una gran montaña que casi abarca todo el alto del cuadro, surcada por regueros en cuyo perfil, recortado sobre el cielo, sobresale, casi en el centro, un picacho aislado. Pinceladas arrastradas
A la izquierda, bordeado de matorrales y arbustos, se abre un sendero por el que transitan varias vacas y que se dirige hacia el fondo del valle en el que se adivina el asentamiento de una población entre la masa boscosa. Cerrando la composición, las elevadas alturas de la cordillera que recorre el Delfinado en cuyas cimas persisten manchas de nieve que se diluyen en la claridad de un cielo nítido
En un interior, la figura masculina de un hombre mayor se destaca sobre las pinceladas pardas del fondo. Ataviado a la usanza tradicional aragonesa, sujeta con ambas manos un instrumento que semeja un palo. Uno de sus pies lo apoya sobre una piedra. Pinceladas evidentes que arrastran el empaste sobre el que se deja ver la preparación del soporte. Base general de pigmentos pardos garanza (Texto ext