Este cuadro forma pareja con un retrato de medidas semejantes, Retrato de un niño a la moda del siglo XVII (P03309). Ambos se inspiran en pinturas españolas del siglo XVII que durante el XIX se relacionaban con Velázquez. En el caso del niño, que aparece de pie ante un paisaje, su punto de referencia son los retratos del príncipe Baltasar Carlos, aunque el autor ha sustituido el arma de fuego que
Compañero del Retrato de una niña a la moda del siglo XVII, también aquí Alenza evoca voluntariamente el mundo velazqueño. Sin las deliciosas figurillas de Baltasar Carlos cazador, bien conocidas y estudiadas, sería difícil entender esta graciosa imagen de un niño madrileño de hacia 1840, disfrazado quizás para el Carnaval, pero consciente de la importancia de su atuendo, posando con aplomo y grav
Junto con la obra Bebedores sentados a una mesa en el café de Levante de Madrid (P07605), es fragmento del friso del desaparecido Café de Levante, famoso establecimiento de recreo situado en el no 5 de la calle Alcalá, de Madrid. Se conservan otros en el Museo del Romanticismo (no 1299), Museo Lázaro Galdiano (no 7979 y no 7980) y varias colecciones particulares.
Junto con la obra Caballeros conversando en el café de Levante de Madrid (P07606), es fragmento del friso del desaparecido Café de Levante, famoso establecimiento de recreo situado en el no 5 de la calle Alcalá, de Madrid. Se conservan otros en el Museo del Romanticismo (no 1299), Museo Lázaro Galdiano (no 7979 y no 7980) y varias colecciones particulares.
Grupo de personas que rodean a un hombre que, de pie, gesticula y parece contar un relato. Alenza pintó numerosas escenas costumbristas de pequeños formatos, protagonizadas por las clases populares menos favorecidas. En ellas, como en ésta, se advierte la influencia goyesca y de la pintura de David Teniers (1610 - 1690) custodiada en el Museo del Prado.