La figura de Cristo continúa la piadosa tradición de la pintura española del siglo XVII, pero también el concepto clásico de belleza difundido en España por Mengs y Bayeu. Además Goya suaviza los factores más sangrientos y dramáticos del asunto, resaltando la belleza del cuerpo desnudo. Presentada a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en mayo de 1780, el pintor alcanzó con esta obra e
El rey Fernando VII (1784-1833) (véase P00735) viste uniforme de capitán general, casaca negra y calzón amarillo, así como botas de montar, mientras que los tres entorchados de su rango decoran las bocamangas y el fajín. Ostenta la banda y la gran cruz de la orden de Carlos III y posiblemente la banda roja y la cruz de la orden napolitana de San Jenaro; el Toisón de Oro pende de una cinta roja al
Retrato de María Tomasa Palafox (1780-1835), marquesa de Villafranca, vestida con un traje blanco estilo imperio, sentada en una butaca tapizada de seda roja adamascada, con los pies reposando sobre un almohadón y pintando un retrato de su marido, Francisco de Borja Álvarez de Toledo y Gonzaga, XI marqués de Villafranca. La Marquesa recibió de su madre, la condesa de Montijo, una educación ilustra
La primera intervención sobre esta página fue el apunte tenue en la mitad inferior, a lápiz compuesto, de media figura de la Virgen con el Niño en el regazo. No se relaciona con ninguna composición de Goya, aunque pudo ser para un cuadro de este tema o bien copia de alguna pintura vista en Italia o en España. En la parte superior de la hoja, sobrepuestos en parte al dibujo, Goya registra cuatro as
El término “populacho” con que Goya tituló esta estampa se ha interpretado tradicionalmente como una forma despectiva de calificar a los protagonistas colectivos de la escena. Es cierto que en su primera acepción, el diccionario de la Real Academia Española define al “populacho” como la “parte ínfima de la plebe”, aunque en una segunda acepción significa una “multitud en revuelta o desorden”. Escr