Hasta ahora se ha venido considerando que este cuadro viene de San Felipe el Real de Madrid, siguiendo a Cruzada Villaamil (1865, n. 544, p. 38), quien lo registró equivocadamente como procedente de a [+]
Aunque no aparezca registrado en ninguno de los inventarios conocidos, la procedencia de este lienzo del convento de carmelitas descalzos de Toledo es segura, dado que forma pareja con la obra San Jos [+]
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El Niño se dirige a quien contempla la escena y su cabeza se halla respaldada por un nimbo de tipo cruciforme premonitorio de su pasión, en tanto que el de la Virgen lo forman doce estrellas, alusivas [+]
Es compañero de La muerte de San Pablo Ermitaño (P4751). Estuvo en la Cartuja de El Paular y de allí pasó al Museo de la Trinidad, en cuyo inventario consta como anónimo [+]
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Sentado en el suelo, semidesnudo, el santo recibe los azotes que le dan dos ángeles mancebos. En primer término, a la izquierda, un ángel niño señala los libros de Cicerón en cuya lectura se complacía [+]
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Es este un ejemplo muy significativo de la habilidad de Camilo en la representación de asuntos narrativos no demasiado usuales. Lo representado es uno de los episodios de la historia de la profanación [+]