Durante su etapa parisina, Palmaroli acudió en numerosas ocasiones a Trouville-sur-Mer (Normandía). Esta playa, puesta de moda como lugar de veraneo entre la alta burguesía, que solía acudir allí en traje de paseo, fue reflejada por el pintor en numerosas obras protagonizadas a menudo por mujeres en actitudes galantes y refinadas, bajo los cielos encapotados y la entonación plomiza propios de esta
Nada sabemos de este caballero de mediana edad que viste ropilla y capilla negras, sobre las que destaca tanto la ancha gola encañonada como la delicada puñeta de hilo de la mano derecha. A la cintura, pretina y talabarte, muy austeros, que fueron complementos imprescindibles en el vestido de los caballeros españoles del Siglo de Oro. Está representado de tres cuartos, con una iluminación lateral
Sorolla mostró a lo largo de toda su producción artística un claro interés por la representación de modelos infantiles -en los que prefirió sobre todo los de su propia familia- que copiaba del natural sin quedar sujeto al posado obligatorio del retrato convencional. Así, en sus pinturas de niños pudo desplegar todo el talento de su obra más íntima y madura, captando con extraordinaria viveza la es
Este cuadro forma pareja con un retrato de medidas semejantes, Retrato de un niño a la moda del siglo XVII (P03309). Ambos se inspiran en pinturas españolas del siglo XVII que durante el XIX se relacionaban con Velázquez. En el caso del niño, que aparece de pie ante un paisaje, su punto de referencia son los retratos del príncipe Baltasar Carlos, aunque el autor ha sustituido el arma de fuego que
A los pies de la sencilla cama donde yace el cadáver del malogrado monarca se encuentran su confesor, el cardenal Benavides, y el duque de Montpensier, entre otras personalidades que apenas pueden distinguirse en la penumbra de la estancia. Junto a la cabecera permanece su viuda, la reina Maria Cristina de Habsburgo-Lorena, segunda esposa de Alfonso XII, vestida de luto y enjugándose el llanto con
Antes considerado como boceto, es en realidad una inacabada réplica reducida de la obra, con la que no muestra variación alguna. Gisbert ya había realizado anteriormente reducciones de algunas de sus obras, como Los comuneros y Los puritanos. El artista reaprovechó una tabla con otra composición, revelada por la radiografía. La calidad de la pintura sobre este soporte, muy distinta a la del lienzo
Escena de intensa melancolía por el destino del fallecido, protagonista de la heroica defensa de Gerona que, prisionero de los franceses, fue llevado a Perpiñán y luego a Figueras, donde murió el 21 de enero de 1810. Según el Conde de Toreno, los franceses le pusieron de cuerpo presente, tendido en unas parihuelas, apareciendo la cara del difunto hinchada y de color cárdeno, a manera de hombre a q
El paisajismo catalán de la segunda mitad de siglo XIX tendría su máximo baluarte en el maestro Ramón Martí Alsina, pintor de producción extraordinariamente variada y fecunda, que asimiló el realismo inmediato y voluptuoso de Courbet en sus cuadros de figuras y desnudos y adoptó la nueva lectura de la naturaleza propugnada por la Escuela de Barbizón en su faceta como paisajista, en la que forjó pr
Quizá pueda ser identificada con Juliana García Herranz (Tumiel, Guadalajara, hacia 1831-1888), esposa de Juan Creus y Manso, natural de Guadalajara y médico de prestigio que ejerció en Madrid hasta 1890. La legataria, viuda de Creus, quizá pueda identifi carse con la nuera de la retratada.
Representada de cuerpo entero, ataviada con un espléndido traje de soirée, apropiado, según la moda francesa, para asistir a conciertos o a bailes de salón. Quizás el posado ligeramente en movimiento, con un pie adelantado, y la prenda de abrigo echada, sugiera el momento de la partida hacia un hipotético esparcimiento. Sobre el vestido de brocado y perlas, un sobrecuerpo de raso enmarca un talle
Los años italianos formaron parte, para el matrimonio Sorolla, de un tiempo estrechamente unido al inicio de su relación afectiva y a las primeras dificultades que enfrentaron juntos. Todavía en 1915, casi treinta años después de su marcha, Sorolla anotaba en una carta a su esposa que había "mandado poner un marquito a la Virgen que me regalaste cuando abandoné España para mi pensión en Roma, creo
Participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1890 en la que obtuvo la 3a medalla.