En un poderoso primer plano aparece Cristo doliente portando la cruz, con una soga al cuello. Giordano otorga a la obra un tono patético, a lo que colabora su dramática monocromía rota solo por las carnaciones, el halo de divinidad que irradia de su cabeza y la sangre que corre por su cuerpo. El rostro, sereno, y las huesudas manos refuerzan el dolor e invitan a la meditación sobre la pasión de Cr
Isaac aparece dispuesto sobre una losa de sacrificio con las manos atadas. Abraham se prepara para el sacrificio con un puñal en su mano derecha, en el momento en el que un ángel se apresta a detener su mano (Génesis 22: 10-12). La escena aparece dominada por la tensión dramática establecida entre Abraham y el ángel. Isaac baja obediente la cabeza ante la presión ejercida por la mano de su padre y