La protagonista aparece en un paisaje al que el artista concede una importancia destacada. El autor, hijo del también pintor Juan Antonio Ribera es, junto con su amigo y rival Federico de Madrazo, una de las figuras del Romanticismo en España, como atestigua esta obra, de dibujo preciso y brillante cromatismo.
El presente lienzo, de características propias bien definidas es pareja de otro, que también pertenece al Museo del Prado (P7912) y cuyas circunstancias paralelas comunes ayudan a valorar aún más los aciertos de Hiepes, cuando se consagra a reflejar las infinitas posibilidades estéticas que ofrece la representación de los temas que se inscriben en el ámbito de la naturaleza inanimada. Aquél está f
Este cuadro formó parte de una serie de los Cuatro Elementos y está documentado en el inventario de 1794 del Palacio del Buen Retiro. Las pinturas se localizarían en una estancia próxima al Jardín de Verano, donde tenía habitación el conde de Altamira, alcaide del Real Sitio. El Museo del Prado conserva la Alegoría del Aire (P03328) y de la Tierra; la Alegoría del Agua se conserva en la colección
La pintura de flores se convirtió pronto en un subgénero de la naturaleza muerta en el que se especializaron varios artistas españoles. Hiepes lo cultivó con asiduidad a lo largo de toda su carrera, y se especializó en floreros como éste y su pareja (P07913), que no se parecen a los de ningún otro pintor español. Son obras de tamaño muy notable, en las que prima la monumentalidad y la simetría y e
Las guirnaldas de flores y frutas rodeando escenas religiosas se popularizaron como reacción a las ideas protestantes que negaban el culto a las imágenes. En el origen de este tipo de obras fue fundamental el cardenal Federico Borromeo, arzobispo de Milán, y protector de Jan Brueghel el Viejo. En este cuadro, Jan Brueghel pintó la guirnalda, y Rubens las figuras. Se trata de una sugerente reflexió
Sobre una repisa de piedra, se dispone un florero de cristal tallado que contiene un ramo de flores de diferentes especies, entre ellas rosas, amapolas y pensamientos. Anima la composición la presencia de un insecto, una mariposa y un jilguero.
En un ambiente brumoso en la superficie de un lago, con un fondo de vegetación de grandes árboles que vierten sus ramas sobre el agua, asomando la luz que ilumina la composición por el ángulo superior derecho del lienzo, varios grupos de hadas van introduciéndose lentamente en el lago con ademanes contorsionados. El más definido es el grupo central formado por cinco figuras en distintas posturas.
Vaso con cuerpo de perfil ovoide, seis gallones y boca lobulada. Astil formado por un triple nudo, el superior y el inferior recubiertos por guarnición de oro esmaltado y el central labrado en el cristal, imitando engastes de piedras preciosas. Las dos guarniciones de oro esmaltado presentan un mismo esquema: roleos negros excavados en el oro, enmarcando cartones verdes, en cuyo centro una gota de