El interés de este retrato radica en primer lugar en su temprana fecha, 1866, año en que Mariano Fortuny se encontraba en Roma, poco antes de entrar en contacto con la familia Madrazo. Fue precisamente en el año siguiente cuando el pintor fue retratado por Federico de Madrazo, en una disposición muy semejante a la que muestra esta albúmina, cuadro que hoy en día se conserva en el Museo Nacional de