La suntuosidad de los bodegones de Boel, la riqueza de texturas y colores, y su ocasional tono satírico hacen de este pintor uno de los bodegonistas más originales de su época. La enigmática sonrisa del niño podría tener alguna intención que no conocemos. Tampoco se ha identificado el escudo sobre el sillón.
Adriaen van Utrecth fue un destacado pintor de bodegones de Amberes, cuyos cuadros se caracterizan por su gran tamaño y la opulencia de su contenido. También son notables por sus composiciones y técnica pictórica. Este tipo de obras reflejaban la riqueza y cultura cosmopolita de sus propietarios.
Tomás Hiepes es la gran figura de la pintura valenciana de floreros y bodegones. En esta ocasión abandona la tradicional simetría de sus composiciones para presentar todos los elementos e ingredientes necesarios para disponer y servir una mesa. Junto a motivos propios de la zona levantina, como las naranjas y limones de los extremos, destacan el ave asada y la curiosa empanada en forma de dragón.
Dentro de la pintura española de bodegones con uvas, los que se realizan durante la Unión Ibérica se pueden dividir grosso modo en tres grupos. El primero es el de los cuadros en los que solamente están representadas uvas o donde las uvas están acompañadas por otras frutas. El segundo grupo es aquel en que las uvas-y otras frutas- están acompañadas por pájaros vivos; y el tercer subgénero es aquel
Aunque Barrera pintó obras religiosas y de los demás géneros entonces en boga, en cierto modo se especializó en bodegones, y en particular en las series decorativas que representaban las estaciones o los meses del año. La más ambiciosa, Las cuatro estaciones, integrada por cuatro lienzos de gran formato y pintada en 1638, se encuentra hoy en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Algo posterior es e
Obra muy significativa de lo que vino a constituir la especialidad del pintor. En su disposición y tratamiento luminoso, el recuerdo de los bodegones de cocina napolitanos es muy intenso, así como el color y ciertos convencionalismos en el tratamiento de los elementos del segundo término, evocan a Meléndez, cuyas obras hubo de conocer por su constante trabajo en la Corte (Texto extractado de Pintu
Presentado junto con su compañero P06880, a la exposición nacional de 1887, esta pareja de cuadros representan la faceta más característica de la producción de este pintor, especializado en una interpretación muy personal del género de floreros y bodegones, aderezados casi siempre con objetos artísticos y aves. En esta obra, Lengo alegoriza el espíritu enamorado del joven Manrique, protagonista de
Naturaleza muerta con melocotones y peras sobre un plato de estaño. Aunque se conoce a Arellano fundamentalmente como excelente pintor de flores, también se sabe que en su taller se porducían pinturas de otra temática, especialmente bodegones de frutas, que posteriormente eran vendidos en la tienda de su propiedad, situada frente a la iglesia de San Felipe. Este lienzo es el único conocido de este
Pertenece al tipo de bodegones clasificado por Vroom como monochrome banketejs o bodegones monocromos, iniciados por Heda en torno al final de la década de 1620 y que llegaron a tener también una alta apreciación fuera de Holanda, como lo prueba el hecho de que en el inventario de bienes de Rubens (1577-1640) figurasen dos de ellos. Hay argumentos suficientes que apoyan una interpretación moraliza
Como las obras P02755 y P02756, Bodegón con jarra de cerveza y naranja pertenece también a la tipología que Vroom (1980) tipifica como bodegones monocromos. Aunque tradicionalmente ha venido siendo atribuido a Willem Claesz. Heda (P02755 y P02756), sin embargo, hay varios aspectos estilísticos que no se corresponden con los bodegones pintados por Heda en la década de 1630. En primer lugar, la rupt
En un interior abierto a un paisaje se sitúa una mesa en la que se presentan varios elementos comestibles, junto a piezas de orfebrería, vajilla, e incluso una pipa. Con la colocación de los numerosos objetos sobre un amplio tablero sigue la tendencia habitual en Jan Davidsz. de Heem (1606 h. 1683), autor a quien fue atribuida la obra en un primer momento. Anteriormente se consideraba obra de Bene
Jan Brueghel el Viejo fue uno de los creadores de la pintura de gabinete, que comienza a consolidarse como tal en el siglo XVII. Magnífico pintor de paisajes, se especializó también en la representación de naturalezas muertas, de bodegones y de floreros. Esta pequeña tabla es una muestra de su habilidad como artista al conseguir, con apenas unos toques de blanco, la transparencia del jarrón de cri
Sobre una tosca mesa de madera, unas ramas de vid con racimos de uvas blancas y negras, sobre las que vuela una mariposa. A la derecha, sobre un cuenco de cerámica azul, un melón amarillo, abierto en tajadas. Por su composición, es éste uno de los bodegones más sencillos del pintor, pero también uno de los de más acusado virtuosismo. El tratamiento de las uvas, de admirable turgencia, y el natural
Destacada bodegonista, María Luisa de la Riva conoció un sólido éxito no solo en España, sino también en París, donde transcurrió buena parte de su carrera profesional. Más allá de su característica forma de representar la fruta en su etapa de madurez, la pintora supo dotar de una singular expresividad a sus bodegones. Las obras realizadas en París, como esta, evidencian una clara referencia a “lo
No se sabe nada sobre la vida del artista; ni siquiera se habría tenido noticia de su existencia si no fuera por dos obras firmadas y por algunos dibujos atribuidos desde antiguo. La más notable de sus obras es este hermoso bodegón, firmado y fechado que ha sido casi siempre relacionado con los de Sánchez Cotán. El otro cuadro, un mediocre Cristo varón de Dolores, firmado y fechado en 1631, repite
Junto a la copa Roemer, figuran también otras copas habituales en esta tipología de bodegones monocromos, como son la copa tipo Berkemeier, volcada y rota; la delicada copa a la façon de Venise, entonces de moda y fabricada también en Holanda; y los platos de peltre. Pero, además, aparece un vaso de plata con una exquisita decoración cincelada. Mezclados con estos recipientes figuran el cuchillo,
Sobre una mesa parcialmente cubierta por un mantel verde, el pintor ha dispuesto un luminoso paño blanco, delicadas jarras de orfebrería y copas de cristal que reflejan la luz, una fuente con jamón, panes y un gran cesto con melocotones y diversos tipos de uvas. No falta tampoco un limón a medio pelar, habitual en los bodegones nórdicos. Al fondo, un gran cortinaje rojo y una galería con columnas.
Retrato de María de la Encarnación Beatriz Baltasara Valle-Inclán Blanco, conocida como Mariquiña, cuarta hija del escritor Ramón María del Valle-Inclán. La niña había nacido en 1919 en la Puebla del Caramiñal (Pontevedra), lo que permite fechar la obra en torno a 1928, cuando la modelo contaba ocho o nueve años de edad. Ante un característico fondo verde que evoca un textil decorado con arabescos